Tom Clancy describe al diario como la mujer o el marido. No es un teórico de la comunicación, ni un estudioso de los diarios, pero la idea es buena.
La radio y la TV son novios y se quieren con pasión y también se dejan rápido. Pero el diario es con quien uno se ha casado. Lo quiere pacíficamente, como se quieren los matrimonios. Se critica también como se critican marido y mujer. Pero se mantienen juntos. Los buenos lectores de diarios hablan con él, como mis tías insultan al meteorólogo de la televisión.
Los lectores buscan lo que les gusta donde siempre. No quieren que su diario cambie de opinión. Saben lo que les va a decir, y les gusta que se los diga otra vez. Hasta lo critican por repetirse, pero se sentirían incómodos si el diario no fuera machacón. Es como decir siempre lo mismo cuando se pasa por el mismo lugar: "en esta casa vivía mi tía Fermina". El día que el marido no lo dice, lo dirá la mujer o sentirá que le falta algo.
El divorcio de un diario también es como el de los matrimonios. Se rompe la relación para siempre.
El peor enemigo del periódico en Paper Papers, 9/8/2006
1 comentario:
¿No es una novela de Grisham?
Publicar un comentario