Anteayer murió, a los 73 años, de Rafael Saralegui, que fue secretario de Redacción de La Nación de Buenos Aires. Lo conocí y lo aprecié como una gran persona y un gran periodista. Pero además era un gran abridor de diarios. Su nota necrológica en La Nación lo definía con esta claridad:
"En 1970 fue nombrado prosecretario de redacción y, en 1978, ascendido a secretario, con lo que encaraba la tarea de pensar con una visión total la edición del diario del día. Su labor se desplegaba dentro de la redacción y muchas veces no trascendía al lector; debía impulsar a los redactores, valorar los temas, sugerir coberturas".
Abrir y cerrar un diario, en Paper Papers, 19/1/07
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