"Es que aquí no nos va bien en deportes" dicen unos editores, preocupados por el escaso interés en la información deportiva de su país.
Pero la culpa de la falta de interés no tanto de los dirigentes y los deportistas como de los medios y del periodismo. Deberían saber que quien tiene que promover el deporte y crear los ídolos que les dan de comer son los mismos medios. En esto el periodismo deportivo se parece al del corazón: ambos viven de la fama que ellos mismos fabrican. Y, como un perro que se muerde la cola, también los ídolos viven de la información que publican los medios sobre ellos.
Hay que agradecer a la revista El Gráfico, editada en Buenos Aires por casi 90 años, la destacada actuación de muchos deportistas argentinos en muy diferentes disciplinas. Más que destacada, a sido desproporcionada ya que el deporte argentino sobrevivió sano y fuerte a todas las crisis del país: en tenis, golf, básquet, fútbol, rugby, hockey, vela, automovilismo, motociclismo, ciclismo... siempre aparece un argentino.
Las críticas son parte del periodismo. Pero no hay que olvidarse nunca de aportar y construir a la misma materia de la comunicación. Desde que el campeón es uno solo, no serlo es la consecuencia más normal en cualquier deporte. Y la posibilidad de perder es siempre exactamente del 50%. A los medios y a los periodistas les corresponde, la mayoría de las veces, alentar a sus ídolos.
Ojalá sea una lección para todo el periodismo.
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