En un discurso sordo pronunciado el viernes en un acto político, el gobernador de Misiones, Carlos Rovira, insistió con sus contradicciones autistas. El eje de sus palabras fue un violento ataque a la prensa independiente, a quien echa la culpa de su debacle. Para Rovira las protestas sociales, el avasallamiento de la Justicia, las mega obras para cobrar comisiones, el maltrato a los productores rurales y hasta la derrota que sufrió su sueño vitalicio el año pasado, son inventos de la prensa.
Es dramático que no quiera oir el llamado de un pueblo desesperado que la prensa refleja. Ha demostrado con hechos sobrados que la única prensa que quiere es la acólita, la que vive de la publicidad desmedida del gobierno para decir solo lo que el gobierno quiere. Al acusar a la "prensa opositora" confirmó publicamente que manipula a su prensa adicta.
Confundir a la prensa independiente con la oposición es un error grueso en un político, pero sobre todo es una peligrosa señal de autoritarismo cavernario. Para los tiranos del pensamiento único son opositores todos los que los critican o contradicen.
La furia del gobernador, en Paper Papers, 9/6/07
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