La familia propietaria de Dow Jones & Company -dueña del Wall Street Journal- pidió a sus abogados que exigieran mayores garantías de independencia editorial como condición para la venta de la compañía a News Corporation, de Rupert Murdoch. La familia Bancroft rechazó un plan propuesto y preparado por sus abogados y presentó nuevas exigencias en las que son inflexibles.
Originalmente, la familia había reclamado la creación de un panel, nombrado por sus miembros, que tendría poder exclusivo de echar y contratar a los principales editores del WSJ , los que a su vez tienen ese poder sobre sus subordinados. El panel también nombraría a sus sucesores, para que Murdoch nunca tuviera el control editorial. La propuesta que la familia rechazó proponía crear un comité de esta naturaleza, pero tres de sus cinco miembros debían ser elegidos conjuntamente por News Corporation y los Bancroft, o un trust o fundación familiar, según personas que tuvieron acceso al documento. La familia nombraría a los otros dos.
Pero el plan también estipulaba que el comité tendría algún control sobre los presupuestos de la sala de redacción y una moratoria de dos años sobre la reducción de personal de redacción de Dow Jones, y se hubiese permitido a los principales editores del diario conservar sus puestos. Los asesores de la familia Bancroft dijeron que un nuevo plan tendría que ser significativamente diferente, pero ni ellos ni los miembros de la familia accedieron a decir qué elementos del plan fueron objetados por los Bancroft. Sin embargo, la crítica esencial de la familia Bancroft fue que el plan no ofrecía suficiente resguardo contra la injerencia de Murdoch y News Corporation sobre la joya de la corona de Dow Jones, el periódico.
Murdoch ha ofrecido a los Bancroft un arreglo como el que se impuso cuando compró el The Times de Londres. Ese arreglo estableció un panel independiente que puede bloquear la contratación o el despido del editor en jefe, pero rara vez se ha cuestionado el derecho de Murdoch de decidir en la materia.
Conclusión: es imposible vender la porción de control de un medio sin perder el control editorial. Parece obvio, pero si los Brancroft quieren mantener el control del WSJ, no deben venderlo.
Los genes de Rupert Murdoch, en Paper Papers, 19/5/07
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