Se dice en los periódicos que siempre salen. Pase lo que pase, hay una fuerza que consigue poner el diario en la calle todos los días. Ni las dificultades técnicas más complicadas, ni los problemas laborales, ni la falta de insumos, ni las amenazas de los sindicatos, ni fuerza humana conocida consiguen impedir su salida.
Los diarios son como organismos vivos que superan la sinergia de sus empleados. He presenciado cómo se sobrepone el código genético de un periódico a los intentos de corromper su línea editorial. Muchas veces me sorprendió la vitalidad con la que se repone de las peores crisis: como un ejército agotado por los trabajos de la batalla, los buenos diarios se rearman y vuelve a levantar las banderas que lo hicieron grande.
Pero los diarios no salen por milagro sino por el trabajo abnegado de poca gente. En las redacciones se cumple a rajatabla la Ley de Pareto recargada. Recargada porque es menos del 20% del personal quien hace más del 80% del diario. En los diarios lo de Pareto más que ley es un milagro.
Los buenos periodistas se descubren en esos días en que la crisis golpea: hay que estar atentos para conocerlos y valorarlos.
Crucero del Norte y los genes de un diario, en Paper Papers, 31/1/07
El código genético de los diarios, en Paper Papers, 5/11/06
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