Mientras almorzaban en Sacha, Polanco y Cebrián pactaron un frente común entre la empresa y los contenidos (entre accionistas y periodistas, o entre editor y publisher) que cumplieron a rajatabla. Se comprometieron a resolver siempre las diferencias tratando por encima de todo que el periódico estuviera bien hecho, con una solvencia económica que garantizara su independencia. Esa es la base del éxito de El País. "Sin aquel espíritu, sellado en aquel momento, no hubiéramos hecho nada, o en todo caso hubiéramos hecho cualquier otra cosa, y a eso ninguno de los dos estábamos dispuestos".
No lo dice Jesús de Polanco, pero en Sacha también pactó con Juan Luis Cebrián la traición a José Ortega Spottorno, el verdadero fundador de El País.
El periódico de la transición, en Paper Papers, 23/7/07
1 comentario:
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