Esta columna se va a publicar en la próxima revista de ADEPA, la asociación de entidades periodísticas argentinas. Responde a tres preguntas: ¿qué es un blog? ¿para qué quiero un blog? y ¿son creíbles los blogs?
Yo tengo un blog
Lancé mi primer blog por curiosidad. Quería conocerlos desde adentro, así que empecé a probar y sin darme cuenta me convertí en blogero. Casi todos los días posteo una idea sobre la prensa bajo la consigna “los diarios son de papel, pero también de sangre y fuego”. Un blog es una bitácora, un diario de viaje, un libro que se escribe en entregas cotidianas a mil millones de personas que pueden participar. Tengo la sensación de que casi nadie lo ve, solo algunos amigos que me hacen sus comentarios por otras vías, sobre todo por correo electrónico. Es una gota en la blogosfera, pero el que busca encuentra gracias a Google. Tengo un segundo blog donde publico cada mes una crónica de la América mestiza que escribo para una revista española. La versión blog es más libre, le edito todo lo que quiero, sin los aprietes de la página y con fotos. Y tengo otro más todavía, pero nadie sabe que es mío: con ese me divierto mucho. En todos digo lo que quiero y como quiero. Si me creen o no, me da lo mismo, igual que cuando hablo, o cuando escribo en el diario.
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