No se si hay que felicitar o castigar a los redactores y jefes de La Nación. Es que LA noticia de ayer aparecía en la sección Cartas de Lectores. Allí el ex presidente Eduardo Duhalde desmentía una información publicada en la columna de Carlos Pagni del lunes sobre su ingerencia en el cierre de listas para las elecciones del próximo 28 de octubre. Pero la carta era un bombazo porque ahí mismo y como sin quererelo, Duhalde anunciaba su retorno a la actividad política a partir del 10 de diciembre para rearmar el peronismo:
Puede ser que el encargado de la sección Cartas del Lectores no lo haya advertido al resto de la redacción por despistado. Apuesto a que esa sección cierra temprano y que la carta entró solo por ser de Duhalde, por lo que la excusa de la inadvertencia no corresponde. Además es evidente que la carta está mal titulada: ni olió su verdadero contenido.
Hoy La Nación abre con la noticia de la vuelta de Duhalde a la política, ¡publicada el día anterior en el mismo diario!. Es un acierto porque sigue siendo noticia. Tiene, además la vuelta de rosca que se estila en estos casos: entrevistan a Duhalde y publican una nueva columna de Carlos Pagni:
Obviedades de periodistas aburridos, en Paper Papers, 7/9/07
Lo que de, m'hijo, en Paper Papers, 2/9/07
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