La frase es de don Félix Laiño cuando era director de La Razón de Buenos Aires (vespertino que llegó a los 600.000 ejemplares en los 60). Era la respuesta de siempre a la pregunta de cualquier periodista por la extensión de un artículo. Sencilla respuesta, pero sabia, de un periodista que ama la verdad. Ni más ni menos que lo que de: esa debería ser la extensión de cualquier crónica en un periódico. Ni se estira ni se encoje: tiene el tamaño que da la historia.
Siempre ha inquietado a los periodistas de diarios la gran noticia en el momento del cierre. Un magnicidio o un terremoto minutos antes del cierre obliga a un gran despliegue con poco espacio. El asesinato del presidente debe abrir el diario, pero no hay casi material: apenas se sabe que murió de un disparo ¿Qué hacer?. Creo que don Félix volvería a contestar: "Lo que de m'hijo". Va en portada, con título catástrofe y se acabó. Mañana habrá más información, en la edición normal o en una especial, si el hecho lo merece. Mientras, el público seguirá los acontecimientos por otros medios. En ese caso, como en otros similares, aconsejo dar una vuelta de rosca al título: No es "Asesinaron a Kennedy" sino "Buscan al asesino de Kennedy", o "Encontraron al asesino de Kennedy", o "Crisis por el asesinato de Kennedy" y abajo "Johnson juró en el avión presidencial".
Así, la noticia estará en la portada y agrega algo a lo que ya todo el mundo sabe, con la promesa de más información. Es el equivalente al "ampliaremos" de los noticieros radiales y televisivos.
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