miércoles, 31 de octubre de 2007

Empezamos mal

"Creo que los medios de comunicación deberían hacer una revisión de esto, porque la democracia exige un sistema comunicacional transparente, donde los medios de comunicación, sean de comunicación y no de posición", afirmó Cristina Fernández de Kirchner en el programa Desde el llano de Joaquín Morales Solá emitido anteayer por el canal TN de cable: el día anterior había sido elegida presidente de la Argentina. Cuando el periodista le preguntó entonces sobre cómo será su relación con el periodismo, Cristina dijo que espera que sea "perfecta, si vuelven a ser medios de comunicación, no de posición".

Parece que la presidente no quiere medios independientes, con ideas y banderas propias. Para Cristina Kirchner los periodistas deben decir todos lo mismo y los diarios no están para hacer olas, como decía Jacobo Timerman, sino para comunicar información: lo mismo que puede hacer el robot Arturito. Tiene una idea integrista de los medios y del periodismo. Empezamos mal.

No es lo mismo informar que hacer periodismo. El informador dice lo que pasó. El periodista produce hechos con la verdad. Se puede informar sobre el resultado de un partido de fútbol, la cantidad de muertos y heridos en un atentado o la temperatura que hizo ayer en la ciudad. Para eso no hace falta más que un grabador. El periodista, en cambio, manipula la realidad hasta convertirla en verdad o mentira. Y la verdad tiene la virtud de cambiar la realidad futura, como la verdad de las religiones tienen la fuerza de convertir a los que la aceptan. Los lectores siguen la verdad y rechazan la mentira: por eso compran o dejan de comprar los diarios.

Las palabras son acciones, en Paper Papers, 28/5/07
Un diario sirve para hacer olas, en Paper Papers, 27/5/07
Cambiar la realidad, en Paper Papers, 19/4/07

martes, 30 de octubre de 2007

Clarín cuesta US$ 3.500 millones

El viernes 19 el Grupo Clarín de Buenos Aires abrió el 20% de su capital en las bolsas de Londres y Buenos Aires. Por las cotizaciones de ese día, los directores de la compañía calcularon el valor del grupo en unos 3.500 millones de dólares y se apresuraron a decirlo en la edición de Clarín del sábado 20: "Se concretó la salida al mercado de manera exitosa. Las ofertas recibidas superaron en tres veces y media los títulos ofrecidos. Al precio de corte de US$ 18,5, el valor de la compañía ronda los US$ 3.500 millones". También aclararon que la operación les permitirá recuadar 532 millones de dólares. Es el momento de hacer alguna inversión...

Después de esta IPO (Oferta Pública Inicial de Acciones), el capital del grupo queda conformado del siguiente modo:

-70,9% de los accionistas mayoritarios: Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Pagliaro (aunque no se dice el porcentaje de cada uno de ellos, se supone que el orden es decreciente)
-9,1% de Goldamn & Sachs
-El 20% de la IPO, que se conformó con doce puntos aportados por los accionistas mayoritarios y ocho de Goldman & Sachs.

En la nota del sábado, el Grupo Clarín reconoce 13.600 empleados y ventas netas por unos 1.993 millones de pesos (U$S 650 millones) en el primer semestre de 2007.

sábado, 27 de octubre de 2007

Bien... o te cuento

La defensa del lugar común del post de anteayer me hizo acordar de un episodio divertido. Ocurrió en la explanada del campus, cuando hacía mi tesis doctoral de la Universidad de Navarra. La explanada del edificio de Bibliotecas era el lugar donde todo el mundo se encontraba, al salir o entrar o al trasladarse entre el Edificio Central y la Biblioteca. Ahora el sitio de encuentro natural es la plaza seca del edificio Ciencias Sociales, flanqueado por el nuevo edificio de Bibliotecas y el de Derecho.

Debía ser un día del año 1989 ó 1990. Me encontré con José Francisco Sánchez en la explanada y me saludó con el lugar más común: la frase de cortesía acostumbrada.

"-Hola Gonzalo. ¿Cómo estás?"
"-Bien... o te cuento." Le contesté.

Le hizo gracia a Paco y me solía saludar después con esa frase. En aquel momento quería decir mil cosas, pero sobre todo era la indicación un estado de ánimo: "No estoy bien, pero puedo mentir y decir que estoy bien si no tienes tiempo para que te lo cuente y prefieres que cada uno siga su camino"

En defensa del lugar común, en Paper Papers, 25/10/07

viernes, 26 de octubre de 2007

Prensa insípida o prensa comprometida

Ese es el título con que se publica el editorial de hoy del diario El Territorio de Posadas (Misiones, Argentina). El próximo domingo se elige gobernador y a partir de las ocho de la mañana de hoy no se puede hacer más campaña política. Antes de esa hora el diario publicó este editorial:

"No es costumbre en la Argentina que un diario sea tan explícito en sus planteos ante una elección: sí lo es en las principales democracias del mundo y en diarios antiguos y prestigiosos como el New York Times o El País de Madrid. El Territorio lo hizo el año pasado cuando se jugó en favor de los principios republicanos y democráticos en la provincia desde que el gobierno avasalló a la Justicia y luego intentó la reelección indefinida del gobernador. La dirección de El Territorio estaba convencida entonces, como lo está ahora, de la necesidad de terminar con un modelo que ataca la paz social y las bases de la democracia en Misiones. Por este motivo consideramos necesario dar una explicación transparente, precisamente hoy, antes de unas elecciones que son cruciales para el futuro de la provincia. Es clásico en la historia del periodismo y en los vaivenes de las democracias: cuando el poder se concentra y abusa de sus prerrogativas, la prensa pasa a cumplir el papel de la oposición. Y cuando las cosas vuelven a su cauce, los diarios independientes retornan también a su equilibrio, siempre crítico y vigilante. Por eso, este apoyo a una candidatura no significa un aval de El Territorio a un gobierno, al que evaluará en su momento con el espíritu crítico de los tiempos normales."

"El régimen actual planea un proyecto de permanencia despótico en el poder, manejando la Justicia y la Legislatura como apéndices. Esta situación implica inseguridad jurídica, impunidad y reparto de los negocios a parientes y allegados. Enriquecimiento de unos pocos con los dineros del Estado en detrimento de las mayorías, siempre desplazadas. Y todo esto envuelto en un discurso engañoso, solo posible con el control absoluto de los medios de comunicación. Si los candidatos se hubieran mantenido unidos, o si en Misiones existiera ballotage, hubiese sido fácil derrotar al régimen. Pero la atomización de los pretendientes a la gobernación y la Ley de Lemas, conspiran directamente contra esta necesidad. Tienen derecho a su candidatura, se lo han ganado en buena ley y seguramente lo hacen por vocación política que a veces es tan fuerte como un instinto. No pretendemos juzgar a ninguno de ellos ni menospreciarlos: el año pasado demostraron que se pueden unir cuando el peligro acecha. Pero esa unidad se perdió hace tiempo y la división hoy pone en peligro el éxito logrado el año pasado. "El partido tiene dos tiempos", decía Joaquín Piña, "y todavía falta jugar el segundo". La sombra del poder desmedido está acechando con la oposición dividida en cinco candidatos que se castigan entre ellos con toda la vehemencia del fin de la campaña para llevarse algunos votos. Esa dispersión favorece directamente al candidato de Rovira, que podría ganar la gobernación con el 75% de los votos en su contra, pero dispersos. Tampoco está El Territorio en contra de Maurice Closs como persona o político, pero en esta circunstancia representa un régimen que afecta irremediablemente la esencia de la convivencia pacífica en la provincia."

"Hoy el voto estratégico es a Pablo Tschirsch, porque aparece como el único que puede llegar a derrotar a Rovira. Restarle un voto a Tschirsch puede dejar en el poder a los que la inmensa mayoría del pueblo misionero quiere expulsar. Hay que recordar que Tschirsch gobernará solo cuatro años y promete un gobierno de transición que reorganice la provincia para mejores tiempos. Y que ha suscrito en conjunto con su grupo político, un acta solemne donde comprometen su honor, en actuar sobre diez problemas graves que afectan hoy a Misiones. Las encuestas más serias, las que acertaron el año pasado y que publica hoy El Territorio, en principio dan ganador a Tschirsch, pero creemos que, además, hay que votarlo, para disipar el riesgo de fraude con un mayor margen de sufragios. No tenemos dudas de sus intenciones, como no la tenemos de otros, pero desgraciadamente, al no haber ballotage, esos otros hoy no suman: restan."

jueves, 25 de octubre de 2007

En defensa del lugar común

Va la métafora sobre los lugares comunes que prometía en el post anterior (el de ayer). Me la mandó ahora Pedro Luis Barcia, el presidente de la Academia Argentina de Letras:

"Si se trata de sustantivo y adjetivo, dicen los franceses que las relaciones entre ambos no debe ser marital, sino circunstancial (ellos dicen de amantes), para evitar esclerosis expresiva. El público no siempre es respetable. De allí lo de Girondo: hipopotámico público."

Pero además me envía esta inteligente defensa del lugar común o de la frase hecha:

"Hay quienes desprecian los lugares comunes, con arrestos de originalidad diferenciadora. El lugar común es un sitio verbal de encuentro, de participación. Es como una plaza a la que confluimos con naturalidad en busca de la coincidencia, que tanta falta hace. Los lugares comunes son espacios de allegamiento, de hermanamiento. Hay quienes ignoran que parte muy considerable de la comunicación entre las personas se fundamenta en fórmulas preexistentes, que consolidan el contacto, que acercan a los hablantes. Como las formas de la cortesía. Pascal dice que cuando uno escribe o habla, comienza a hacerlo con frases hechas, con expresiones de todos, y, poco a poco, se va instalando lo propio de cada uno en la conversación. El puntode encuento y de arranque del diáologo es el saludo, que está hecho de lugares comunes formularios. Y, a partir del lugar común, vendrán las diferenciaciones, los matices, los aportes personales, los rasgos de la individualidad, la creatividad de cada uno."

Igual que los saludos, hay lugares comunes que los periodistas usan como disparador para empezar a hablar o a escribir sobre un tema. Alberto Fidalgo los odiaba cuando era encargado de rugby en la sección Deportes de La Nación (mi recuerdo es del año 1981/82). Se enojaba con furia si empezábamos la crónica de un partido con la muletilla "En un partido... (peleado, aburrido, trabado, apasionante...)" Tampoco nos dejaba empezar con la preposición con: "Con un jugador menos, Newman atacó..."; "Con buen juego y reflejos..."

miércoles, 24 de octubre de 2007

Metáforas y lugares comunes

Los lugares comunes son casi siempre el abuso de una buena metáfora. Dice Ernesto Sábato que hay que huir de ellos como de la peste. Pero no hay que huir de ellos porque lo diga Sábato, sino porque afean los textos y hartan a los lectores. Las buenas metáforas son la más interesante característica de cualquier texto y cada sustantivo tiene su propio adjetivo, para una vez. Repetirlo es cansar. Creo que es Pedro Luis Barcia quien dice que son parejas únicas con una buena metáfora. Se lo voy a preguntar.

Van algunos lugares comunes actuales de mi colección, primero con sustantivos, después con verbos:

frondoso prontuario
merecidas vacaciones
cruda realidad
sentido pésame
sentido homenaje
verdad desnuda
internas feroces
sencillo acto
tristemente célebre
obras faraónicas
caluroso aplauso
loco de remate
edad provecta
honrosas excepciones
apretada síntesis
perdidamente enamorado
respetable público
gobierno de turno
abrumadora mayoría
silencio sepulcral
pasos agigantados
voraz incendio

mirarse el ombligo
brillar por su ausencia
lamentar víctimas
llamar profundamente la atención

¿Es verdad la metáfora?, en Paper Papers, 23/10/97

martes, 23 de octubre de 2007

¿Es verdad la metáfora?

El gatopardismo explícito de la frase de Fernández Díaz del post anterior me hizo acordar del epidosio del papel de fumar, pero también de una seria cuestión relacionada con el oficio de contar historias verdaderas: la metáfora tiene la misma virtualidad informativa que la metonimia. Decimos tantas o más verdades con metáforas que con metonimias y sin embargo alguien podría decir que las metáforas con mentiras. Es al revés: muchas verdades solo pueden decirse con una metáfora. Son precisamente las verdades de los artistas, de los poetas, de los novelistas. Las metáforas son las mentiras con las que Fernández Díaz cuenta la verdad en Corazones desatados.

La metáfora es mentira no cuando no se ajusta a lo que ocurrió, como la metonimia. Es verdad cuando su proporcionalidad con los hechos es propia y es mentira cuando es impropia. Tanto usamos la metáfora que nos enviciamos hasta convertirla en lugar común: entonces apesta.

domingo, 21 de octubre de 2007

Hay que mentir para contar la verdad

"Yo no cuento historias verídicas, sino historias verdaderas. A veces, hay que mentir para contar la verdad". Es una frase textual de Jorge Fernández Díaz, periodista y escritor, publicada en La Nación de Buenos Aires de hoy. El título de la entrevista, El periodismo no sabe narrar los sentimientos, introduce al lector en la presentación de su libro Corazones desatados, donde "diseca el amor, mira sus paradojas, advierte sobre la acechanza, siempre agazapada, del fracaso y de la caducidad de los vínculos" según la entrevistadora.

Es cierto que muchas verdades se dicen con ficción: en términos narrativos la ficción no es lo contrario de la realidad. La historia del amor o de la envidia se cuentan mejor con personajes de ficción que con personas de carne y hueso. Lo recuerda más adelante Fernández Díaz: Hemingway inventó entero el personaje de El viejo y el mar para contar lo que había visto en miles de pescadores. Es que una cosa es la historia de Pedro y otra la historia del Pescador. En este sentido es cierto que el periodismo no sabe o no puede narrar los sentimientos. Pero tampoco los novelistas: escritores y periodistas nunca contamos La Historia. Contamos historias que son parte de La Historia. Es nuestra condición limitada: no podemos llegar a todo, ni siquiera con la ficción. Contar la historia del amor es tan difícl qomo contar la historia de un amor.

Me lo dijo un día Juan José García Noblejas al terminar una clase de doctorado en la Universidad de Navarra. Yo estaba preocupado por la escasa distinción del profesor entre el relato de ficción y la narración de la historia real. Por eso reaccioné escéptico y un poco criticón, en defensa de lo que hacemos los periodistas y en contra de los cinesatas:

-"Apenas cabría un papel entre la ficción y la realidad".
-"Un papel de fumar" me contestó.

Con el tiempo llegué a decir más de una vez que ni ese papel tan fino las separaba. Y hasta escribí que son la misma cosa y que el oficio de los periodistas está más cerca de la verosimilitud que de la verdad. Nuestro acercamiento a la realidad es el de los artistas y no el de los científicos. Patético y no sintético.

Información y periodismo, en Paper Papers, 14/12/06
Los periodistas son artistas, en Paper Papers, 28/2/06

sábado, 20 de octubre de 2007

Actitud local y data entries

La información local es una actitud. También el gancho local de la información global. Los periodistas, descubridores de la realidad, lo saben hacer. Los data entries que pueblan las redacciones, en cambio, no tienen ni idea. Solo pasan información de un sitio a otro.

Se me ocurría un ejemplo, pero es un ejercicio que puede hacerse en cualquier momento con la información que trae el día: murió en Buenos Aires una adolescente después de tomar una pastilla de éxtasis con alcohol cuando se preparaba para una fiesta de fin de año de su colegio. La pastilla se la habría dado el chofer del ómnibus que la lleva todos los días al colegio. El país está conmovido, pero a los data entries no se les ocurre otra cosa que transcribir los cables tal como vienen.

El problema está tan cerca de ellos que no lo ven. La próxima que muera puede ser su propia hija. El gancho local es inmediato: ¿qué pasa con las previas en mi ciudad? ¿se reparte droga en el colegio de mis hijos? ¿qué ocurre después, en las fiestas? ¿qué toman y qué hacen los chicos y las chicas adolescentes? ¿hasta dónde transan? ¿qué hacen las autoridades de educación y de los colegios? ¿y los padres, qué dicen?

Complot de mediocres, en Paper Papers, 2/6/07
Información y periodismo, en Paper Papers, 14/12/06

viernes, 19 de octubre de 2007

El gancho local de la información global

"-Nada"
Contestaba todos los días el encargado de cables del Expreso de Guayaquil cuando le preguntaba qué había pasado en el mundo. Me ponía loco y le contestaba:
"-¿Cómo nada? Hoy no pasó nada en todo el mundo...? ¡NADA!"
Creo que cada tres días le explicaba (lo sigo haciendo) que la sección de cables para un periodista joven y con ambiciones es el trampolín para lanzarse al mundo. Más en un diario nacional como Expreso. Les apostaba que si me dejaban esa sección, en dos meses andaba de viaje por la China en hoteles de cinco estrellas.

El gancho local de la información global es una actitud, no un hecho. Todos los acontecimientos del mundo tienen relación con algo local: depende de esa relación la importancia que se le debe dar en la página. La mayoría de las veces la relación viene dada en la mismo noticia. Siempre es más local en la Argentina la información de España, Italia o Israel. En Misiones es local la información de Polonia o Ucrania. En la Argentina es local la información de fútbol y no lo es la de bésibol. La liga española es casi tan local como la argentina. Y, por supusto, es local toda información que involucre a un argentino en cualquier lugar del mundo.

Otras veces hay que buscarla con periodismo local. Ahí es cuando la actitud se pone a prueba. Cuando eligieron Papa a Benedicto XVI mandé buscar en la guía de teléfonos de Misiones el apellido Ratzinger: había unos cuantos primos lejanos. Uno de ellos era igualito. La foto fue sensacional y la historia dio vueltas por todo el país.

El gancho local, en Paper Papers, 16/5/07

miércoles, 17 de octubre de 2007

Más de cocina como contenido

La visita al Chicago Tribune me inspiró para lanzar dos coleccionables con el diario El Territorio de Misiones, en el nordeste de la Argentina. El primero se llamó Sabores Regionales y el segundo Cocina de los Inmigrantes. En los dos casos el procedimiento fue parecido: se rescataban las recetas, se preparaban los platos y se hacía la producción completa en vivo, con platos y personas reales.

Sabores Regionales tuvo un éxito descomunal. Es una colección de recetas de cocina local, en fichas con su carpeta para coleccionar. María Rodríguez Alcobendas se encargó del diseño y la coordinación y Ana María Fiaccadori hizo la recopilación, la cocina y el resto de la producción (otros aprovechamos los platos terminados). Con Cocina de los Inmigrantes, también de mucho éxito, rescatamos las historias de los inmigrantes (alemanes, polacos, ucranianos, rusos, suizos, japoneses, judíos, italianos, españoles...) que llegaron a esas tierras hace unos 100 años: la producción también fue del diario y de un estudio de diseño de la ciudad de Posadas: Tipas Gráficas (son todas mujeres). Cada colectividad se reflejaba en la historia de una familia: cómo habían llegado a Misiones los antepasados y cómo habían adapatado su dieta y sus platos típicos a una naturaleza y unos recursos completamente diferentes a sus lugares de origen. Las recetas se preparaban en la casa de esa familia y allí se realizaba la producción: también solían terminar en una buena comida.

martes, 16 de octubre de 2007

La cocina del Chicago Tribune

Es otro episodio del viaje que hice en 1996 por los Estados Unidos en busca de fórmulas de periodismo local. Recorría la sede del Chicago Tribune con Tony Majeri cuando nos topamos con una amplia cocina, nueva, recién puesta, en algún lugar del edificio de atrás de la Tribune Tower. Me explció Tony que se trataba de un experimento que les estaba dando buenos resultados: la sección de alimentos del Tribune había instalado esa cocina para preparar todos los platos y probar en su propio laboratorio las recetas y consejos que daban a los lectores. Las fotos eran reales, las compras también y los sabores, ya que, lógicamente, se comían los platos que preparaban. Era como el canal Gourmet para diarios.

Los diarios lanzaban en esos años suplementos semanales muy completos sobre alimentos. El hogar y la cocina habían dejado de ser una cuestión exclusiva de las amas de casa para convertirse en un tema de interés general. Una nueva generación que no tenía ni idea de cocina empezaba a vivir sola, sin el traspaso generacional de los saberes del hogar. Muchos solteros o divorciados que vivían solos, a quienes había que enseñar a descubrir la fruta madura o el pescado fresco, a conservar los alimentos, baleancear dietas, calorías, proteínas, fibras: cocina, recetas, compras, vinos, licores, postres, salud...

Los suplementos de comidas fueron un éxito y el Tribune lo redactaba en su propia cocina.

sábado, 13 de octubre de 2007

La metáfora de la orquesta

Fue durante la primavera boreal del año 1996. Recorría los Estados Unidos en busca de fórmulas de periodismo local por encargo de la consultora Innovation. Empecé en Los Ángeles y terminé en Washington después de hacer un arco completo. Conocí entonces cómo ahogaban los diarios de los suburbios a los grandes diarios del centro de la ciudad. Era el caso del Times de Los Ángeles, del Chronicle y el Examiner de San Francisco y del Tribune en Chicago. Visité también los diarios de Minneapolis y St. Paul, en Minnesota y otros tantos de unas cuantas ciudades grandes y medianas de los Estados Unidos.

A todos los que entrevisté les preguntaba con qué metáfora representarían la redacción de su diario. Cuando no se les ocurría rápido, los ayudaba: un ejército, un barco o una orquesta. En la Argentina casi todos en esa época contestaban que su redacción era un ejército: todavía existe un escalafón parecido a esa organización piramidal, en racimo, como el prosecretario de redacción que suena a vicealmirante de corbeta. El barco, en cambio es la organización que depende de un puente: el puente llega a todos y a todos manda. Sólo en el Chicago Tribune me hablaron de la orquesta. Fue Tony Majeri, un tipo increíble que entonces comandaba una oficina de nuevos proyectos: Innovation Team se llamaba su equipo.

La orquesta es la metáfora perfecta para una redacción. Desde entonces la he usado muchas veces y no falla nunca. Hasta mandé poner un podio de director de orquesta, con su barandita, en el puesto de mando de la redacción de El Territorio. Allí, sobre la tarima y a la vista de todos, trabajaban los jefes de redacción. Después alguien retiró esa tarima por esas manías igualitarias o por arrasar con mi pasado (pero igual volví).

Una redacción es un conjunto de virtuosos, cada uno de su intrumento. El Redactor Jefe debe dirigirlos como un director de orquesta: debe conseguir que toquen una sinfonía. Ninguno de los músicos tiene capacidad para dirigir y el director sería un desastre como solista. Cada uno en lo suyo. Pero no es igual una sinfonía si la dirige Herbert von Karayan o Zubin Metha, aunque los músicos sean los mismos. El director no enseña cómo tocar el violín o la flauta: lo que debe conseguir es que toquen con armonía.

jueves, 11 de octubre de 2007

Crítica, Lanata y Grobocopatel

Parece los descendientes de Natalio Félix Botana, el fundador de Crítica no terminan de arreglar la cesión de la marca a Jorge Lanata. Pero dicen también los rumores que Lanata piensa salir igual en marzo con esa cabecera por las bravas. Ya verá qué hace si tiene problemas (ya los tuvo con las revistas Veintuno y Veintidós, que terminaron en la actual Veintitrés). Debería probar con Extra, excelente marca, que supongo sigue ocupada en la Argentina por el ex director y propietario del Expreso de Lima, Eduardo Calmell del Solar, preso desde 2001 en el Perú por lavar dinero de Montesinos: Calmell es uno de los protagonistas de los videos en los que don Vladimiro entrega gruesos fajos de billetes. No creo que reclame nada por un tiempo.

También puede intentarlo con ¡Extra! (con signos de admiración), que está libre todavía: lo acabo de comprobar en demarcas.com. Y el probable que, con Calmell preso, sus agentes en Buenos Aires ni se opongan.

Precisamente en la última edición de Veintitrés niega Gustavo Grobocopatel que vaya a invertir en el diario de Lanata. Ojalá que sea solo una maniobra de distracción porque no se me ocurre otro empresario que pueda bancarse un diario de Jorge Lanata.

Falta el diario de Buenos Aires, en Paper Papers, 6/10/07
En Buenos Aires sobran y faltan diarios, en Paper Papers, 3/10/07

martes, 9 de octubre de 2007

Sócrates o Pinocho

Un periodista que vende su pluma es tan poco creíble antes como después de venderla. Si antes era periodista -que todo puede ser- dejó la profesión cuando claudicó ante el billete, pero lo más probable es que nunca lo haya sido. Como un policía ladrón, que no es más que un ladrón disfrazado de policía.

De mil mentiras no sale una verdad, por más fuerza y dinero que se ponga en el empeño. Y una sola verdad se impone a mil mentiras. Por eso es imposible cambiar la realidad con falsos periodistas, mercenarios de la pluma. Ya lo advirtió Ryszard Kapuściński: los cínicos no sirven para este oficio.

Alquilar periodistas es comprar billetes falsos con verdaderos: una locura y un pésimo negocio. Cambian a Sócrates por Pinocho. Los inmorales que lo intentan en realidad no pretenden más que quedarse con parte de ese dinero. Para colmo, los falsos periodistas cambian esas monedas mal habidas por el escarnio sempiterno de sus colegas y el ultraje despiadado de los mismos que compran su voluntad. A partir de entonces los maltratan como a la basura que son: no hay nada más despreciable que un vendido y ellos son bien concientes de haberlos comprado y de lo barato que les salió.

Ocurrió en estos días en Misiones. El gobierno articuló en la compra de periodistas toda su estrategia informativa para intentar ganar unas elecciones. No consiguió más que enriquecer al pagador, un señor que se llama Walter López, por sobrenombre Ventajita.

lunes, 8 de octubre de 2007

Fenómenos urbanos

Es equívoco calificar a los diarios de "nacionales" porque llegan a todo el país. En el interior de la Argentina nadie duda que son diarios de Buenos Aires: no se los compra por su cobertura local sino por su influencia y por sus noticias, opiniones y comentarios de la política nacional. Creo que lo mismo ocurre en otros países con igual estructura de prensa.

Los diarios siempre son locales y siguen la suerte de sus ciudades. Las ciudades grandes tienen diarios grandes. Las medianas y las chicas tienen periódicos medianos y chicos. Las ciudades en crisis tienen diarios en crisis y las ahogadas por sus propios suburbios tienen diarios ahogados por los de sus periferias.

No hay mejor sede para un diario que el centro neurálgico de la ciudad, en un edificio emblemático, reconocido por todo el mundo. He dicho a más de un empresario que siga la estrategia del obispo y no de su su gerente general. Hay que mudar el diario el día que el obispo mude la catedral del centro de la ciudad, no antes. Siempre será un buen negocio vender el predio donde el diario nació, pero es un error grave considerar solo el valor económico de un terreno o de un edificio.

La necesidad de mudar la rotativa y el taller fue la causante de gran parte de estos errores. Por eso el primer error -más grave todavía- es considerar que el diario es una imprenta.

Los diarios son locales, el periodismo no, en Paper Papers, 17/5/07

sábado, 6 de octubre de 2007

Falta el diario de Buenos Aires

Diarios nacionales se llaman los de Buenos Aires porque se supone que deberían llegar a todo el país. Casi todos los diarios de Buenos Aires, incluso los de baja circulación, hacen un esfuerzo descomunal para llegar en el día a toda la Argentina. Varios de ellos tienen, además, corresponsalías y agencias en capitales del interior.

Los diarios del interior, por su parte, son locales y regionales allí donde se editan. Ese es su fuerte y esa su ventaja competitiva sobre los nacionales, también en lugares donde los de Buenos Aires llegan temprano como para competir por el tiempo del lector con los locales. El primer y único, hasta ahora, diario nacional de los Estados Unidos es el USA Today, fundado en el año 1982. El resto son diarios locales, tan locales que casi todos ellos llevan el nombre de su ciudad en la cabecera. Es que los diarios son fenómenos urbanos.

Hay 100 diarios locales en la Argentina, pero no hay un diario de Buenos Aires. La Nación y Clarín se toman poco trabajo para cubrir Buenos Aires y la sociedad porteña, apenas como secciones o columnas y solo en temas de vida pública. Además casi no hay diarios locales en gran parte de las ciudades que rodean a la capital federal argentina.

El Buenosaires es otro diario que falta en la ciudad. Esto también es estrategia de periodismo local.

En Buenos Aires sobran y faltan diarios, en Paper Papers, 3/10/07
El gancho local, en Paper Papers, 16/5/07

jueves, 4 de octubre de 2007

Los que faltan y los que sobran

Estuve pensando en lo que escribí ayer: repasé cabeceras y números para decir algo más. Voy a intentarlo sin dar nombres ni títulos editoriales.

Hay doce diarios en Buenos Aires, una ciudad con por lo menos 12.000.000 de habitantes. Uno es gratuito y regala menos de 100.000 ejemplares de promedio de lunes a sábados. Solo cuatro pagos auditan su circulación. Hay dos "populares" que se venden al mismo precio que los demás, tienen la misma agenda informativa y muchas menos páginas (el que figura en el IVC acusa en julio apenas 86.300 de promedio mensual). Hay dos económicos que no se animan a contar los que venden y uno deportivo con 47.300 ejemplares. Ganan dinero tres, a lo sumo cuatro.

En Buenos Aires faltan por lo menos dos populares de verdad, dos gratuitos en serio y unos tres millones de ejemplares de diarios. No pasaría nada (ni nos daríamos cuenta) si mañana dejan de aparecer siete: no cuentan nada nuevo, no informan nada que no sepamos, no hacen olas ni cambian la realidad y sumados sus ejemplares no llegan a 100.000. Languidecen o sirven para un fin que no tiene nada que ver con el periodismo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

En Buenos Aires sobran y faltan diarios

En Buenos Aires sobran seis diarios y faltan tres. Lo he dicho muchas veces y quienes me conocen me lo han oído, posiblemente con estos mismos números o con otros, depende de cuándo lo dije: esos números son por decir lo que quiero decir de verdad: en Buenos Aires sobran y faltan diarios. Ahora la industria ha empezado a moverse y hay que estar atentos a los nuevos proyectos:

El próximo 3 de noviembre aparecerá Perfil los sábados para sumarse a la actual edición de los domingos: será, desde entonces, un periódico bisemanal con formato de diario. Tanto estilo de diario tiene que publica las noticias del día y supone que el lector leyó las del día anterior en otro diario. Dicen algunos entendidos que será el primero diario del mundo que aparece sábados y domingos (alguno habrá en un sitio ignoto o no tanto). Parece que el proyecto completo es volver a ser diario en julio del año que viene. Perfil ya falló como diario real (de lunes a domingo) cuando apareció entre el 9 de mayo y el 31 de julio de 1998. Según Fontevecchia los lectores no entendieron su mensaje: no estaban maduros para ese diario. Confieso que compré todos los números y que me parecía un gran periódico, pero eso no basta para cruzar el punto de equilibrio y más le valía morir en ese intento que mantener un hijo tonto por mucho tiempo (como hizo Aníbal Vigil con Somos).

El 8 de marzo de 2008 aparecreá Crítica, un viejo título que todavía añora las glorias de don Natalio Félix Botana: circuló entre el 15 de septiembre de 1913 y el 30 de marzo de 1962. El nuevo Crítica se lanza con dinero de Gustavo Grobocopatel, el segundo sojero de la Argentina y la dirección de Jorge Lanata, uno de los periodistas más creativos del país, fundador de Página 12 y de otros emprendimientos con éxito rotundo pero efímero por su inclaudicable y envidiable independencia de pensamiento. Lanata prefiere perder un anunciante a defraudar a su audiencia y eso resulta gravoso para cualquier gerencia comercial. Por el bien del periodismo argentino, ojalá que Grobocopatel aguante las presiones mucho tiempo.

lunes, 1 de octubre de 2007

Xplane fichó a Pablo Ramírez

Se concretó finalmente el pase de Pablo Ramírez Bañares a XPlane: the visual thinking company, donde ocupa el cargo de Director de Consultorías para EMEA (Europa, Medio Europa y Asia). Ahora lo puedo decir, pero me consta que Dave Grey el Bueno, CEO de Xplane, tienta a Pablo hace meses (Dave Grey el Malo es el gerente vitalicio de la Society for News Design). 

Pablo llevaba unos quince años como Jefe de Infografía del Grupo Recoletos, en Madrid. Xplane es una empresa especializada en la comprensión visual de los procesos y las situaciones: el verdadero mensaje no es el que se emite sino el que se recibe y hay un modo universal de decirlo visualmente. Sus principales clientes son grandes compañías como Unilever, British Petroleum, Nokia o Boeing, en las que es necesario unificar los mensajes a una cantidad importante de empleados en diferentes lugares del mundo. 

Xplane tiene sedes en Portland (Oregon), St. Louis (Missouri) y Madrid. Lo explica muy bien Dave Gray el Bueno en este video con bastante ruido ambiente: 


Felicidades para Pablo y para Dave...