Los lugares comunes son casi siempre el abuso de una buena metáfora. Dice Ernesto Sábato que hay que huir de ellos como de la peste. Pero no hay que huir de ellos porque lo diga Sábato, sino porque afean los textos y hartan a los lectores. Las buenas metáforas son la más interesante característica de cualquier texto y cada sustantivo tiene su propio adjetivo, para una vez. Repetirlo es cansar. Creo que es Pedro Luis Barcia quien dice que son parejas únicas con una buena metáfora. Se lo voy a preguntar.
Van algunos lugares comunes actuales de mi colección, primero con sustantivos, después con verbos:
frondoso prontuario
merecidas vacaciones
cruda realidad
sentido pésame
sentido homenaje
verdad desnuda
internas feroces
sencillo acto
tristemente célebre
obras faraónicas
caluroso aplauso
loco de remate
edad provecta
honrosas excepciones
apretada síntesis
perdidamente enamorado
respetable público
gobierno de turno
abrumadora mayoría
silencio sepulcral
pasos agigantados
voraz incendio
mirarse el ombligo
brillar por su ausencia
lamentar víctimas
llamar profundamente la atención
¿Es verdad la metáfora?, en Paper Papers, 23/10/97
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