Me preguntaba estos días porqué las miniredacciones nunca funcionan. Lo he intenatdo más de una vez, deseperado por el aislamiento de una redacción instalada en la planta impresora, lejos, lejísimos, del centro de la ciudad. Redacciones satelitales, a control remoto; lugares de reunión en el centro. Pero al final solo funcionan bien en el diario y en la redacción y las miniredacciones terminan convertidas en corresponsalías.
Será porque siempre hace falta un dato, el archivo, diarios propios y ajenos, teléfonos... Pero sobre todo hace falta verse. Si el director de la orquesta no ve a los virtuosos, la sinfonía no sale ni coherente no consistente.
La metáfora de la orquesta, en Paper Papers, 13/10/07
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