Las alusiones a la prensa del matrimonio Kirchner indican que son grandes lectores de diarios: deberían invitarlos a la próxima reunión de la WAN en Gotemburgo. En el discurso de esta tarde en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, Cristina Kirchner se refirió a esta acuarela de Hermenegildo Sábat que aparece en la página cuatro de Clarín de hoy (el resto de la página es todo a favor de su discurso). En la cara se vislumbra el perfil de su marido -como siempre dibuja Sábat a la esposa de Néstor Kirchner- para significar el poder matrimonial que manda en la Argentina. Pero lo que molestó a la presidente es el detalle de la boca cruzada por una equis.
Las presiones actúan sobre las gerencias o la jefatura de redacción, pero nadie ve los dibujos, las caricaturas o lo que dicen los humoristas: hacen más estragos que nadie en la imagen de los gobernantes. Solo Cristina Kirchner acusó el golpe, criticó a los medios y los demonizó hasta tacharlos de armas al servicio de los que atentan contra el poder: "esos sectores antes usaban los tanques, ahora usan a los medios". No nombró a La Nación ni a Crítica, tampoco a Clarín, pero la referencia a la ilustración de Sábat, precisamente en Clarín, es como para ponerla entre los parientes de la gata Flora.
Me muero por saber qué estará pintando Sábat para mañana, qué se comenta en la redacción de Clarín y en su gerencia de asuntos corporativos y qué va a decir mañana en sus páginas.