Los diarios son como la Argentina. Pueden tener empleados muy inteligentes, pero si falla la inteligencia colectiva están perdidos. Es una ocurrencia que me atolondra la cabeza cuando estoy volviendo a la Argentina después de unos días de ausencia.
Suelo mostrar gráficamente que los periódicos son el resultado de la cooperación de unas cuantas personas, como en cualquier deporte asociado o actividad de equipo. Así, el resultado de la suma de las individualidades que cooperan suele ser superior a la pura aritmética.
1 + 1 = 3
Si quienes trabajan en equipo confrontan en lugar de cooperar, restarán en lugar se sumar. Un gran equipo de fútbol en que los cracks juegan solos en la cancha, cada uno a su aire y sin tener en cuenta a los demás, no ganará jamás ni contra un cuadro de mediocres que jueguen en equipo. Por eso me gusta comparar a las redacciones con las orquestas. Y ahora se me ocurre que pueden ser como la Argentina: un buen grupo de personas inteligentes pero cada uno por su cuenta.
1 + 1 = 1
Las redacciones son la típica expresión de una inteligencia colectiva capaz de generar contenidos superadores, interesantes, emocionantes, útiles. Imbatible si tienen ideales.
Hay dos grandes temas que se debaten hoy sobre la inteligencia colectiva y los medios: la participación de los lectores en esos contenidos y la convergencia de las redacciones para agregar contenidos en distintos soportes. Temas de próximos posts.
La metáfora de la orquesta, en Paper Papers, 13/10/07