Hace meses que pienso de vez en cuando -por lo menos cada vez que Sergio Sotelo me lo recuerda- en los periódicos como non profit companies. Muchos millonarios lo están pensando, según le contesta Rosental Calmon a Carolina Arenes ante la pregunta fatal por el final de la prensa gráfica en la entrevista de La Nación:
"Esa preocupación es tan grande que algunos millonarios con conciencia social y política empezaron a impulsar acciones concretas para ayudar a financiar un periodismo sin fines de lucro que pueda no sólo competir sino también ayudar a mantener la llama del periodismo de investigación, que es muy caro, y que es la primera víctima de esta crisis, con el nuevo modelo de negocios. En el fondo, lo importante es ver que una sociedad democrática no puede darse el lujo de ver morir al periodismo independiente, porque es uno de los pilares de las sociedades democráticas"
La misión del periodismo no es ganar dinero sino cambiar el mundo. Por eso su parecido con la universidad u otra institución sin fines de lucro como un hospital o una iglesia. Hoy mismo muchos medios -muchos periódicos sobre todo- sirven para otro fin muy diferente a ganar dinero. Quiero decir que sirven secundariamente para ganar dinero porque son un paraguas protector para otros negocios. O sirven para difundir ideas que valen la pena por otras razones, como los diarios de los moonies (The Washington Times ganaba todos los concursos de diseño de la SND porque no tenía publicidad y podían hacer las mejores páginas)
Entiendo que puede haber medios sin fines de lucro, pero no que pueda haber medios independientes de otros fines si no ganan dinero. Además no conozco millonarios que quieran perder dinero. Quizá alguno quiera hacer un bien a la humanidad, a su país o a su valle, pero siempre por un tiempo limitado. Dice Calmon que lo que les preocupa a esos millonarios es la defensa del sistema democrático, que es precisamente el que les permite ganar dinero.
Muchos anunciantes, cuando eligen los medios donde pautar sus avisos, piensan más en la protección de sus intereses por parte del periódico que en la necesidad de hacer publicidad. Ya hay periódicos fundados por grupos de empresarios para proteger la libertad de comercio, la seguridad jurídica, la libre competencia o la propiedad privada, todas banderas bien periodísticas y también empresarias. Pero eso es sobre todo una señal de que estamos en tiempos jorobados para la libertad.
La universidad de Harvard y la parroquia de la esquina son independientes y ambas viven de la caridad. El secreto de la independencia de cualquier medio sin fines de lucro no es si tiene o no dinero, sino qué cambia por el dinero que consigue. Si un donante de la universidad o un limosnero de la parroquia ponen condiciones a la libertad atentarían contra su independencia. Lo mismo ocurriría con los medios.
Puede haber diarios fundados en los mismos principios que las universidades independientes, ricas y sin fines de lucro, financiados por fondos que les permitan ganancias que no consiguen con las ventas de ejemplares o de publicidad. Es difícil, pero no imposible y quizá sea el futuro de la prensa.