Los cacerolazos del lunes a la noche en todo el país provocaron la reacción del matrimonio presidencial argentino: ayer hablaron el ex presidente Néstor Kirchner y su mujer Cristina, actual mandataria. Él habló en una conferencia de prensa pasadas las tres de la tarde en el Hotel Panamericano y ella pronunció un discurso a las cinco en la Casa Rosada. En la primera rueda de prensa desde 2003, Kirchner se refirió once veces a la prensa y criticó a los diarios Clarín y La Nación de Buenos Aires. Con aire sobrador y la ironía estúpida de los vivos porteños, Kirchner le echó la culpa de la crisis a la prensa: como, además, el clamor es unánime, esto es un complot golpista contra su mujer.
Crítica es el diario que refleja mejor la incredulidad de los argentinos ante el discurso oficial.