Asistí a un par de asambleas de la WAN (World Association of Newspapers) y si no voy las sigo todos los años a distancia. Nunca me dejó de asombrar el optimismo con el que Timothy Balding, el secretario vitalicio de la WAN, presenta su informe anual a los presentes. Para él siempre las cosas van muy bien y crece la circulación de diarios. En Zurich (1998) compartí varias conferencias con un editor indio que se reía de los números de su país que aparecían en un informe de aquellos. "-no saben que en la India la mayoría de los diarios se compran solo por el papel" y me explicó que tenían un precio accesible como para que mucha gente comprara varios ejemplares para usar como envoltorio, toalla, papel higiénico, cubre ventanas, alfombra o repasador.
Ricardo Kirschbaum, que asiste a la reunión que empezó el domingo a la noche en Gotemburgo (Suecia) cuenta en Clarín de ayer cómo contrasta ese optimismo con la realidad que comprueban a diario los editores. Es tal cual: para la inmensa mayoría de los editores que asisten a la WAN las cosas no van bien, aunque para Balding vayan fantástico...
...para Balding y para las consultoras que pintan un mundo de ensueño en el que sus clientes ganan audiencias y dinero como si fueran protagonistas de la prensa del corazón. La Asamblea anual de la WAN es también una feria de consultoras: allí están todos los potenciales clientes. Por eso van como buitres hambrientos y les pintan una realidad tan falsa como vendedora.
La reunión de la WAN es una contradicción en sí misma.
Puede verse la versión en castellano del informe leído anteayer por Balding en Gotemburgo: La prensa es una industria en crecimiento. El del año pasado está en este mismo blog: Los diarios cada vez mejor.