Adevarul, el histórico diario rumano, acaba de lanzar su suplemento deportivo de los lunes. No sería nada nuevo, ni siquiera aquí en Bucarest sino fuera porque se subtitula Suplimentul Antifotbal, Suplemento Antifútbol. Y en sus 16 páginas no hay ni una sola noticia de fútbol. Ni una. No es una rabieta por la pronta eliminación de Rumanía de la Eurocopa de selecciones. No. Es una estrategia deliberada del diario, cuyos gerentes opinan que deben competir en el animado patio de Bucarest dando todo lo contrario de lo que ofrecen las otras seis cabeceras diarias y tres gratuitos. En esta línea, Adevarul edita diariamente ocho páginas de ecología y medio ambiente (la sección se llama Verde). Entre 12 y 16 de economía (Financiar) y ocho o diez de internacional. Apenas habla de política. Dicen que es para que su dueño, que es el factótum del Partido Nacional Liberal, no los manipule.Los manuales dicen que uno compite con el mismo producto tratando de ofrecer al cliente alguna ventaja competitiva sobre sus adversarios. Adevarul es la muerte de los manuales de marketing. Freakonomics total.
¿Cómo le va? Ni bien ni mal. Aquí en Rumanía no hay cifras y las que hay… como si no las hubiera o habría (dirían en Pamplona). Se sabe que ha triplicado las ventas el domingo porque ofrece un dvd con éxitos del cine rumano de la década de los años 70.
¿Y las noticias locales, la agenda propia, todo aquello…? Mal, gracias. Como en todas partes.
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