Se ha desatado en estos días una apasionante y apasionada discusión sobre los comentarios de los lectores en los medios online. Mi primera experiencia fue en este mismo blog: un buen día suprimí los comentarios porque no los había (solo de vez en cuando alguien me dejaba una puteada anónima). Pero cuando se incorporó Toni Piqué decidimos volver a ellos y entonces aparecieron unos pocos, pero buenos e interesantes.
Al poco tiempo me encuentro (vía Pablo Mancini) con una entrevista de ocasión a Guillermo Piro en la redacción de Perfil.com. Allí explica sus razones en contra de la forumización de los blogs: la gente normal nunca deja ni lee comentarios, no llama a la radio, no escribe cartas: los comentarios solo tienen sentido en blogs reducidos.
Casi tan ultramontana como la opinión de José Pablo Feinman sobre los blogueros:
En su columna Stop the Presses de la edición del 24 de julio de Editor & Publisher, Steve Outing sostiene que "tenemos que ir más allá de los comentarios de los usuarios como los únicos medios de interacción en los artículos periodisticos" y sigue con su idea de integrar el periodismo con los contenidos producidos por testigos y expertos de la comunidad. Jeff Jarvis tiene dos nuevos posts sobre los comentarios: Comments, on comments on comments, traducido por 233 Grados, al que hoy ha agregado una carta terrible a Bob Garfield. Se están acusando hasta de nazis...
Ya se ve que hay gente cansada de los comentarios banales, de los desahogos y de las puteadas (como cuando cerré los comentarios a este blog).
Las redacciones son el resultado de un ejercicio continuo de inteligencia colectiva. La cuestión está en resolver si debemos sumar a los contenidos esa masa la inteligencia de los lectores que interactúan con nosotros. Cualquier editor sabe que es muy difícil agregar valor a la redacción: para eso hay que incorporar como periodistas a inteligencias capaces de compartir sus ideas con sus colegas y con los lectores. Son pocos los que tienen ideas que agreguen valor a los contenidos y de esos, pocos saben expresarlas. Gerenciar la inteligencia colectiva es una de las tareas más difíciles de la humanidad.
El periodismo suscita comentarios, pero los comentarios no son el periodismo. Las dos realidades conviven muy bien en internet. La radio ya sabía de esto. A los periódicos los comentarios siempre volvieron empaquetados en los discursos de los gobernantes, en las presiones del poder y en las cartas de los lectores anormales. También por sus sitios de internet, pero como las presiones, los discursos y las cartas, no siempre merecen publicarse.
Los mitos de la convergencia, en Paper Papers, 1/5/08
Redacciones y público, en Paper Papers, 30/4/08
Inteligencia colectiva, en Paper Papers, 29/4/08
7 comentarios:
yo nunca dejo comentarios, pero a este blog entro todos los días.. así que no sientas que andás flojo de rating. muy bueno.
Me parecieron buenísimos los dos videos.
En lo que discrepo, con respecto a lo que dice Feinman, es en que hay que discriminar los blogs que estan hechos para canalizar vómitos alfabéticos y los que, en cambio, son una herramienta útil para informarse, aprender o simplemente comunicar. Eso es, también, lo que diferencia la calidad de los comentarios.
Algo similar creo que pasa en los comentarios que dejan en las diferentes secciones de un periódico: No son iguales los comentarios que dejan en las páginas editoriales que en la sección deportiva o en la de Política.
Y quizás, como dice el maestro, seamos todos unos pelotudos: uds. por tener un blog y yo por comentar en él.
Y si... es la triste condición del bloguero.
¿Y por qué hemos de hacer de calla bobos?. Somos blogueros y no torquemadas.
Me uno... tampoco dejo comentarios pero vengo muy casi todos los días al blog. Pero, qué hay de sitios como el Huffington Post? Ahí dejan muchos comentarios, y casi podría decir que entro para ver no sólo lo que opinan los bloggers, sino también lo que opina la gente. Aprendo mucho de sus reacciones. Aunque, sí... a veces no sé si estoy simplemente perdiendo el tiempo.
Yo lo que veo, al leer comentarios en diferentes medios, es que la gente necesita expresarse. Es como si estuvieran felices de tener la oportunidad de decir lo que piensan al respecto. Eso no significa que lo que tengan que decir sea lúcido. Pero esta participación le hace bien a la gente. Y gracias a ésto, los medios logran una mayor fidelización de estos usuarios.
Y el tema de las encuestas que proponen los medios online me parece otro punto interesante: muy rara vez se encuentra una que no sea tendenciosa. Y antes de ver los resultados ya puedes adivinar que habrá una diferencia importante entre los que votaron que sí y los que no (que, sin duda, esos votantes son los mismos usuarios que dejan comentarios). Y entonces ves, por ejemplo, la encuesta de hoy en la portada de La Vanguardia: ¿Pediría que se controlara más el uso masificado de las playas en las noches de verano? Casi 2000 personas han votado hasta el momento, en este asunto trascendental para la calidad de vida en Catalunya.
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