No entiendo ni cómo ni por qué los periodistas van a una conferencia de prensa en la que no se puede preguntar. En realidad nunca entendí por qué van a cualquier rueda de prensa. Y siempre me gustó la actitud de El País de Madrid de no asistir a esas reuniones destinadas a meter por la fuerza temas propios en las agendas de los medios.
La de ayer a la tarde en la quinta de Olivos fue pantomima y los periodistas la comparsa. No se podía preguntar: solo darle un tema a la presidente argentina para que abunde en su discurso de siempre, plagado sofismas y descalificaciones. Mientras esto oía, el periodista no podía decir esta boca es mía. Cuando le pidieron su opinión sobre la encuesta de Poliarquía que publicó ayer La Nación, contestó que las encuestas tienen relación con la línea editorial del diario y que ella tiene sus propias encuestas que dicen otra cosa. Nadie le preguntó quién le hace esos estudios y no le aclaró que, por sus mismas palabras, son menos confiables todavía las que le hacen a medida de su línea editorial. Pero así fueron casi todas las preguntas y las respuestas no contestaban a la pregunta salvo dos excepciones: "volvería a hacer todo igual" y "no" cuando le preguntaron si iba a hacer más cambios. En la sucesión de preguntas mecharon periodistas alcahuetes con independientes, por lo que nadie exigió la respuesta evadida al anterior. Y así, todo. Mal, mal, mal. Horriblemente mal.
La reunión fue de una mediocridad aplastante en los periodistas y en los funcionarios. Hasta los corresponsales extranjeros se enmarañaron en la misma ineficacia periodística (deben estar mandando pasantes a la Argentina). Mentiras, lobby, palabras huecas y sonrisas forzadas.
Al gobierno le sobra con la mediocridad del periodismo argentino.
Está bueno el comentario de Martín Caparrós en Crítica de hoy: Chistes.
4 comentarios:
penoso. llevábamos tanto tiempo sin practicarnos que previo a la conferencia nuñez brindó un workshop sobre cómo preguntar sin molestar. claro que cristin también tuvo el suyo. de los alemanes, dicen.
penoso
pablo
El País de Madrid dice no acude a las ruedas de prensa donde está prohibido hacer preguntas (a las que acude si son las oficiales) porque ya ha decidido ser dócil cuando le piden que entreviste a los ministros y capitanes socialistas. Y lo hace con dulzura y sin punch. Como lo haría el Página de hoy con los K y los ministros K. Hablan por boca de ganso. No se dejen engañar.
Gracias Ramón por tu comentario, pero tiene una contradicción. Los oficialistas consiguen siempre mejor información y más directa del gobierno por otras vías. Pueden darse el lujo de no asistir a esas reuniones y realmente no van o si van es más para hacer número y acto de presencia. Sea como sea, y aunque en la práctica no se cumpla, alabo el principio anti sobrecarga de El País.
Lo que importa, amable gp, es cómo se sirve al público. Hacer posturitas y protestitas de independencia es mera cosmética profesional –y sale gratis– si lo que dan es desinformación maquillada como noticia. ¡Adelante con este blog!
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