En las estatuas de muchos de nuestros próceres figuran sus glorias: militar, hombre de leyes, diplomático, periodista... Más que un currículum es un cursus honorum: fueron de las armas al periodismo, quizá porque al escaparse la fuerza de la juventud para empuñar la espada les quedaba la sangre y el fuego que alimentara su pluma. Nunca dejaron de pelear...
Jorge Raventos participó en una mesa en la Asamblea anual de ADEPA -la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas- que se celebra estos días en Río Cuarto (Córdoba). Raventos es un viejo periodista argentino, de esos que pasaron hasta por Primera Plana, la mítica revista de Jacobo Timerman. Pero no parece viejo, aunque si Raventós: es igualito a un amigo mio de ese apellido, nacido en Barcelona. Pero el Raventós argentino escribe y pronuncia su apellido como grave.
En su presentación don Jorge dividió a los periodistas en arquitectos y guerreros. Nuestros padres fundadores crearon un país con la espada y la pluma: peleaban y construían. Y nos dijo que esta época de la Argentina debería llevarnos a ser un poco más arquitectos que guerreros. Le toca al periodismo reconstruir la patria.
Buena idea.
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