Público levanta los deportes de su contraportada. El humor ocupa este espacio desde anteayer, como el diario explica. Murió la fórmula anglosajona. Y parece que han echado la casa por la ventana: han fichado a Miquel Ferreres (foto), que se hizo famosísísímo en La Vanguardia con su cartoon y luego fue contratado por El Periódico a punta de talonario. No se llevan a Ferreres –sería como quitarle un riñón al buque insignia del Grupo Zeta, que no pasa por su mejor momento– pero casi. En la edición catalana de Público aparece Alfons Pérez y Ferreres sigue en El Periódico. Un poco raro. Es otra más de las idas y venidas de los humoristas en la prensa ibérica, la mayoría debidas a calentones con la línea editorial o por censura. Así, de memoria, enumero de los últimos años: Forges cambia El País por El Mundo (un calentón) y regresa luego a El País (también calentón). Martínmorales deja El Periódico para ir a ABC. Ferreres deja La Vanguardia por El Periódico. Máximo releva 30 años en El País por ABC (calentón). Oroz deja Diario de Navarra por Vocento. El Roto (antes OPS) de Diario 16 a El País.
Por contraste con los periodistas, me fascina la capacidad de los humoristas de ejercer en entornos ideológicamente hostiles: la línea de algunos de los mentados es contraria a la de su medio. Y en algunos casos más parecen trofeos de caza: el humorista residente de un diario es más parte de la marca que otra cosa. Cuando a un diario le roban al cartunista parece que le roben la mujer al jefe.
Enhorabuena a Público. Gran fichaje. Acá dejo la última contra deportiva y la primera nueva, con su chiste, su columna y sus destacados [clic para ampliar]. Y digo: es un diario bien hecho. Cada vez me gusta más el proyecto –y menos su línea: nobody's perfect!
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