The New Yorker genera hoy más moda en el mundo del management que la Harvard Business Review. La culpa es de Malcolm Gladwell.
Eso dice Adrian Woolridge, jefe de The Economist en EEUU, en Intelligent Life. Explica cómo los nuevos gurús del periodismo –Thomas Friedman (el del bigote), Malcolm Gladwell (el de la escarola) y Chris Anderson– están jubilando a las luminarias del antiguo star-system informativo USA –Bob Woodward, George F. Will… Explica Woolridge:
A recent Wall Street Journal ranking of management gurus, based on Google hits, newspaper mentions and academic citations, included two journalists in the top five (Friedman at two, Gladwell at four) and only one traditional management guru, Gary Hamel.
Alguno tiene un cachet de 50 lucas por conferencia. Gladwell, por ejemplo, ha levantado US$ un millón de adelanto por su próximo libro.
They focus on business rather than the usual staple of high-profile journalism, politics. And they specialise in big, bold, brave ideas about world-changing trends.
Friedman dreams up Madison Avenue phrases that stick in the mind, such as the "golden straitjacket" for foreign investment. Gladwell turns complex business ideas into engaging narrative. Anderson has broken with convention by inviting readers of his blog to debate his arguments before they reach the presses.
Es una lección de cómo sobrevivir en tiempos de crisis: fuentes+inteligencia+sentido común+dominio de la narrativa. El periodismo de toda la vida. Con esas armas, que están al alcance de tantos, han subvertido el establishment de la industria de las teorías del management y tumbado al mandarinato del periodismo político.
Claro que tienen críticos. Sólo faltaría.
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