miércoles, 12 de noviembre de 2008

Patinazo de The Economist

El nacionalpapanatismo catalán ha puesto el grito en el cielo. El tontocosmopolitismo progre local apenas disimula su satisfacción. Porque en el especial sobre España de The Economist un romancero más o menos conocido califica al President Jordi Pujol de cacique decimonónico.

Es, sobre todo, una exageración y una injusticia. Pero es una opinión legítima.

Y, en fin, cuando un político gobierna su país durante 23 años ganando claramente una elección tras otra –como la CSU en Baviera, por ejemplo– debe aguantar que le llamen, cuando menos, cacique. Entiendo que se dice en el sentido que Romero Robledo y Varela Ortega, por citar dos historiadores del periodo, definieron bien. Es feo o muy feo –depende del cacique: no todos eran Jarrapellejos. Pero no es delito.

La discusión no es ésa. Profesionalmente, el artículo en cuestión es un desastre. A Michael Reid, el editor del especial, le faltó competencia. No entro mucho en los errores históricos elementales que comete (p. ej.: [Catalonia] rebelled against Madrid in 1640 and in 1701, el subrayado es mío) o faltas de argumento evidentes, como mencionar el gran salto de Andalucía y no señalar la redistribución de riqueza Norte-Sur con que esa región ha sido agraciada y el tipo de crecimiento que allí se ha dado: empleo público y subvenciones oficiales –2o de cada 100 andaluces [N del A, 14/11/08 12:17am: eso es Extremadura, donde el 22,7% de la población depende de la cosa pública. En Andalucía es el 15,3%. Lo siento] son funcionarios públicos por 8 de cada 1oo catalanes, por ejemplo.

El asunto que me llama la atención es que el artículo cita a cuatro políticos socialistas, otras cinco personalidades estrechamente vinculadas a los socialistas y sólo dos ajenas a ese mundo y todos políticos. Con esa panoplia de fuentes, ¿cómo va a salir una información bien contrastada y un juicio imparcial?

Bueh. No nos pongamos trascendentes. Es un mero suplemento comercial. No te avergüenza como otros de su género, pero ya sabemos que el verdadero Economist está alrededor de esas páginas y no dentro. Por eso se firma el suplemento comercial y la información, no.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría saber de dónde saca el dato de que 20 de cada 100 andaluces son funcionarios públicos. Gracias.

enkroniko dijo...

Totalmente de acuerdo con lo escrito. Cabe decir que The Economist trató de recoger la postura de la Generalitat, pero fué desestimada su petición. Claro esta que el periodista no se entretuvo mucho en contrastar la información, pero tampoco puede ser que ahora la Generalitat ponga el grito en el cielo por el resultado de un artículo en el que no han querido colaborar. Lógicamente, cada opinión el legítima.

Muchas gracias y felicidades por el blog.

Enkroniko

Paleto 007 dijo...

Comprendo que alguien por se catalán no le guste lo que ha dicho The Economist, a mi siendo andaluz tampoco me gusta y todos sabemos el tufillo que rezuma esta publicación.

Pero de ahí a inventarte el dato de que el 20% de los andaluces son funcionarios me parece que te retratas igual o peor que The Economist. A ver, revélame esas fuentes, de dónde sale ese dato. Luego querrá que la gente te respete, eso hay que ganárselo.

También me gustaría que me aclararas eso de la distribución de riqueza norte/sur y las subvenciones. Más que nada porque no hace mucho se publicaron las balanzas fiscales y hubo alguna que otra sorpresa.

Entre a este blog por medios de un link de "En caja Baja" … primera y última vez … no pierdo en tiempo con gente desinformada y desinformante.

Toni Piqué dijo...

Equivoqué Andalucía por Extremadura por tirar de memoria. El empleo público representa en Extremadura el 22,7% del total de asalariados. En Andalucía es el 15,3%. En Catalunya el 8%. La fuente son las Balanzas Fiscales publicadas por el Ministerio de Economía y Hacienda. He corregido el dato pero creo que la comparación sirve igual.
Lo que me molesta del suplemento comercial de The Economist no es que se meta con Catalunya. Allá cada cual. Me molesta la poca profesionalidad periodística con que se ha hecho ese trabajo. Pero, bueh, a la vista de lo sucedido, se ve que consejos vendo y para mi no tengo. Gracias a anónimo y a paleto007 por el toque. Buenos editores tengo.