No dejen ustedes de leer la crónica de esta visita a la redacción de The Guardian. La escribe una periodista de tomo & lomo. ¡Es la solución a la crisis! Se titula El diario más feliz del mundo. Dejo aquí un avance:
Muy cerca de King's Cross Sant Pancrass y justo al lado de la British Library, los del Guardian acaban de estrenar su nueva y flamante sede. El exterior, pero sobre todo el interior, harían palidecer de envidia a los periodistas de medio mundo: sillas de diseño, máquinas Nespresso (gratis), agua mineral, alfombras mullidas de lana de colorido cálido, decoración gráfica muy cool, restaurantes para paladares exigentes y mucho espacio donde Alan Rusbridger (el director) puede guardar su cello.
Lo del cello hace referencia a la crítica de un coche híbrido-ecológico-sostenible de la que se encargó Rusbridger y que comenzaba quejándose de que su violoncelo no cabía en el maletero. Las fotos son una del interior y otra del exterior de ese edificio ma-ra-vi-llo-so, ¿sabes?
1 comentario:
El País nunca será a nivel global lo que es el Guardian por el mismo motivo que España JAMÁS será a nivel global lo que es Gran Bretaña.
Desde Flandes al Milanesado, desde el Río Grande a la Tierra del Fuego, España ha sido expulsada de una soberana patada en el culo. En cambio, Su Graciosa Majestad aparece sonriente en los billetes de Canadá y Australia, que no son precisamente los subdesarrollados países de habla hispana. Dígale a un chileno o un colombiano que ponga al rey de España en sus billetes, a ver qué le dice.
España ha sido y es incapaz de crear comunidad. España no sabe proponer, sólo sabe imponer. Y El País es el periódico global ESPAÑOL. Pues eso.
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