"Las ventas de libros de bolsillo han aumentado en España un 17 % en enero", dice Núria Cabutí, directora editorial de DeBolsillo (Random House Mondadori).
"El libro no tiene grandes oscilaciones: ni se dispara cuando todo va muy bien, ni cae en picado cuando todo va mal. Y si el índice de lectura de libros ha bajado 2,3 puntos, ello afecta a quien dice leer sólo uno o dos libros al año, porque el lector frecuente no deja de subir y ha pasado del 22% al 37%", dice Antonio María Ávila, director del Gremio de Editores.
"Nos temíamos lo peor. En noviembre no entraba casi nadie, pero a mediados de diciembre todo cambió y las ventas aumentaron un 7%. Hemos acabado el año con una subida de entre el 4% y el 5%. Este enero hemos subido un 1%", dice Antonio Ramírez, director de la librería La Central de Barcelona.
El precio importa. Han caído las ventas de libros caros (los que cuestan más de 40 euros) y de arte (un 15% menos).
Los estudiantes con pocos recursos han encontrado en las bibliotecas de Barcelona un refugio cada vez más utilizado: las visitas aumentaron en el 2008 un 11% (5,7 millones de usuarios) y los préstamos de libros, un 12%.
Uno se pregunta por qué este aumento de compradores de lectura no repercute en los diarios y revistas –impresos, por internet… qué más da. Culpa suya no debe ser: tienen ganas de leer y gastan dinero y tiempo para hacerlo. ¿Entonces? ¿Seguimos silbando y mirando al techo?
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