Les prometo que no lo sabía

En el fragor de la pelea y el relente de la madrugada, uno dijo ayer: "Me cargaría las secciones de deportes de los diarios". Más o menos.

El Gran Carlos me avisa ahora mismo que el próximo día 14 el Financial Times elimina la cobertura de deportes. No es el fin del mundo, porque ya lo habían recortado a una página sabatina en el rediseño de abril del 2007.

La semana pasada, el mismo FT editaba una información sobre el proceso de back to basics que vive el mundo financiero a raíz de la crisis. En eso pensaba uno ayer cuando dijo que cerrar las secciones de deportes es ahorro muy sustancial y una reducción de contenido insustancial para los diarios con problemas de nuestros países: viajes, equipos sofisticados de fotografía, cierres tardíos, segundas ediciones, cambios de páginas...

Pregunta ¿dejaría de comprar La Vanguardia o La Nación o Estadão… si no llevaran Deportes? Las pocas bajas regresarían enseguida y las definitivas serían compensadas por el ahorro en especialistas en cosas de las que todos sabemos de nacimiento.

Deportes es una información que ya carece completamente de sentido en un medio impreso. Me quedaría con un columnista diario. Mi criterio: cúbranse los deportes cuando son asunto local que nadie más cubriría. Y algunos eventos o personajes de ese mundo se llevarían en las secciones de Sociedad, Vida o como se llamen.

Todo esto es culpa de la hospitalidad de E* y M*, en cuya casa se desató ayer tremendo debate de periodistas –sí, ya saben: casi todos dicen casi lo mismo y se discute a muerte de lo marginal y del estilo. Gracias a J*, que estuvo sabio, torero y campeón y tuvo a bien estimular nuestros cerebros –porque se ventilaron asuntos muchos más notables que éste, que comento para ponerme la medalla. Y también a L* –Muy Grande siempre– y a G*, hincha de quien lo merece.