Luis Miguel González tiene razón. Y todo lo que dice, además, puede aplicarse a tantas empresas de tantos estados –también el español, no miren para otro lado. Dejo dos preguntas de la entrevista que aparece en El Comercio de Quito.
:: En Ecuador las frecuencias de radio y TV pertenecen al Estado, lo cual obliga a los empresarios a negociar con el Gobierno. ¿Qué consecuencias puede traer eso?
>>>El control. En México la cultura priista no era un ejercicio del poder exhaustivo de revisión de contenidos; era un sistema de control donde ritualmente todos los propietarios tenían que adherirse. Es decir, había ciertas coyunturas que el Gobierno no quería que se publiquen y no salían, y punto.
:: En Ecuador, el Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión estableció “que las estaciones de radio y televisión que dentro de sus programas incluyan encuestas eliminen apreciaciones que atenten contra la honra, dignidad y buen nombre de las personas”. ¿Es eso una violación a la libertad de expresión?
>>>Sí, evidentemente. Aun reconociendo que hay unas encuestas de muy baja calidad, con preguntas sesgadas, que terminan revelando una muestra de opinión pública, la censura o el control gubernamental no es la mejor forma de corregir. Además, no se debe utilizar como pretexto a las encuestas mal hechas para redefinir las relaciones entre la prensa y el gobierno.
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