Propone que el Gobierno de los EEUU exima a los diarios de los impuestos sobre ingresos (publicidad, difusión) y donaciones si se transforman en entidades sin ánimo de lucro.
"Nuestra prensa se hunde. La crisis lo ha acelerado: se ha roto su modelo de negocio, basado en el ingreso por publicidad y difusión. Eso es una grave tragedia para toda la nación y para nuestra democracia".
Bueeeeeno. Estas son las condiciones de Cardin: deben abstenerse de respaldar a los candidatos a cualquier cargo público.
No está claro que eso resuelva nada. Y tampoco está claro que las empresas de la información actuales deban salvarse. Negocios son negocios, para empezar. Y luego: ¿por qué no hacer más accesible la conexión a Internet con beneficios fiscales o mediante cualquier otro estímulo –que no sea la subvención directa? ¿O mejorar las conexiones en las escuelas? Digo: para enseñar a los nenes a leer y manejarse en el soporte vencedor, etc.
Porque no sólo falla el modelo de negocio. Eso es una consecuencia. De la falta de innovación y de la pobreza del marketing. Dos males que afectan al gremio desde hace al menos dos décadas.
La prueba es que ni The Guardian ni The St. Petersburg Times, ambos propiedad de fundaciones sin ánimo de lucro, se libran de las agonías –aunque es cierto: no lo pasan tan mal.
Las propuestas van y vienen:
>>La de Revenue Two Point Zero ya la recogimos en Esta Casa.
>>La presidenta del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, manifestó su preocupación ante la posibilidad de que las vigentes leyes antimonopolio cierren la puerta a posibles fusiones de empresas de medios que garanticen su supervivencia.
>>El último informe del Project for Excellence in Journalism, elaborado por el Pew Research Center, indica que la opción nonprofit es una posibilidad… incierta. "La actual volatilidad del negocio y la amplitud de los retos de la industria ponen cualquier inversión en riesgo, aun la de aquellos que quieran renunciar a los beneficios."
>>GP sugirió la vía de las Donaciones por Periodismo, al estilo de la campaña de Obama.
>>Un artículo en The New York Times calculaba que una fundación con una dotación de $5.000 millones y un retorno del 5% anual sufragaría los $200 millones anuales de presupuesto editorial del diario. Nuestro ídolo Alan Mutter replica: el NYT requiere $400 millones o más para cubrir todos sus costes. Y duda: "¿Quién sabe hasta dónde caerán los ingresos por publicidad y difusión?"
>>Hay quien asegura que los diarios impresos son aún un medio eficacísimo para la publicidad. Mike Hughes advierte que el target de los bien informados aún se reúne alrededor de la prensa diaria. Pero, a cambio, es necesario ser justos con la prensa en los presupuestos publicitarios. de lo contrario el medio morirá y ningún otro podrá agrupar a esos ciudadanos excelentes.
>>Variadas opciones de pago por contenidos en internet también ganan fuerza contra los apóstoles del Todo Gratis. En este punto, el debate es estratosférico. Ni tiempo da a escuchar a todos: a Martin Nisenholtz, VP Senior de Operaciones Digitales del NYT; a Bill Grueskin, ex lo mismo del WSJ, que explica en dos partes (una y dos) el modelo de su ex diario; a Walter Isaacson, a Martin Carr, a Jonah Bloom… Interminable.
Algo bueno saldrá de todo esto. Pero lo principal no es salvar a las empresas, sino salvar el periodismo. Insisto.
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