Esta frase aparece en el blog de Cantamañator y… no puedo resistirme a traerla acá:
"[…] pero lo que recuerdo de aquel primer momento [del diario El País], y lo recuerdo siempre, siempre lo he recordado, es que todos aquellos periodistas a los que ya veía como mis mayores, y lo eran, en la entonces casi deshabitada sede de la Redacción de El País, vestían con camisas blancas. Años después, cuando regresé al periódico, y como homenaje íntimo a aquel primer momento de mi vida en este diario, vine vestido con una camisa blanca."
Aparece en recuerdo de Julio Alonso, uno de los periodistas fundadores de ese diario y fallecido la pasada semana. Navegando los distintos elogios se comprueba como, en general, hacer el obituario consiste en hablar de uno con la excusa del deceso de otro: de cómo lo conoció, de lo que hacía él con el finado, de lo mucho que el muerto le quería a él y lo decisivo que fue para la carrera del fallecido encontrarse con el elogiador, etc. Desesperante. Tan ruin… Yo, yo, yo... Mi, mi, mi... Qué pena.
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