Ayer en Galicia y en Euskadi votó la gente. El resultado en los papeles ha sido, otra vez, adverso para la información y el periodismo –o sea, para la gente. La interpretación volvió a ganar por goleada. En Euskadi parece que son los diarios los que quitan y ponen mayorías. En Galicia, manda el tono épico o se da por ganador a uno que no se presentaba. ¿Son los diarios el Parlamento, que pone y quita gobiernos? ¿Les votan a ellos? Más paciencia. Se salva La Vanguardia, –fíjese al final de todo a ver si tengo razón o no. Vean, vean:
:: Adivine en menos de cinco segundos qué gobierno le gustaría al director o al dueño o a ambos que hubiera en Euskadi (esa mano cortada… ¡qué dolor!):
:: Nadar y guardar la ropa o el arte de protegerse:
:: Volcarse (o revolcarse) en la cobertura:
:: Portada campeona:
No hay comentarios:
Publicar un comentario