A buen… pocas.
Antes, ante los barandas de la prensa de EEUU, dio un aviso muy serio acerca del mismo asunto (juego limpio y propiedad intelectual): “Quisiera animar a todos a pensar desde el punto de vista de lo quieren sus lectores. Estamos hablando de empresas de consumo y si dáis por el saco a tantos acabaréis con ellos [con los lectores]”.
Piss off vendrá a ser eso: dar por el saco. Con perdón. Cambie usted lectores por Google y ya verá cómo capta el mensaje.
A ver si nos entendemos: los diarios pagan a sus redacciones para levantar y editar la información; Google se aprovecha de esos contenidos sin pagar nada –sí: lleva tráfico pero también te cobra por los clicks publicitarios, tumbando tu CPM y tu negocio.
La relación es obviamente injusta –y se suma a la incompetencia de los diarios para gestionar mejor el negocio.
A Schmidt como si se operan. Para él, "la ubicuidad de internet ha dejado desfasadas" esas cuestiones legales.
¿Habló de calidad informativa? ¿De buenos periodistas? Nah. Eso sí, unos cuidados filtros (¡Los Algoritmos!) cuidan de que todas las informaciones que aparecen en Google News procedan de "marcas creíbles". ¡Ah! ¿Aquí no sirven la transparencia, la apertura y el rank? ¡Rásgate las vestiduras, Jeff Jarvis!
El abogado de Google, Alexander Macgillivray, se regodea: "La doctrina del fair use en EEUU protege los usos transformativos del contenido, como indexarlo para facilitar su recuperación [o tomar enlaces y snippets de la información que otros pagan y elaboran]. Y no da los propietarios [de la información] derecho de veto sobre esos usos".
¿Usos transformativos? Qué cara más dura, consigliere.
Al menos Schmidt defiende su huerto. Lo que da pena son todos los palmeros de Google, hooligans del todo gratis, del periodismo ciudadano, la economía del enlace, la democracia comunicativa y demás zarandajas. Matarán al periodismo. Perderemos todos. Entre todos lo mataron y él solo se morirá.
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