Pregunta Juan con tino (¡De Nuevo!) en los papeles: ¿Qué servicio público de radiodifusión queremos?
Respuesta: nin-gu-no.
Esta respuesta resuelve sus otras dos grandes preguntas, también muy atinadas: ¿Cuánto dinero más están dispuestos los contribuyentes a pagar [por la tele pública]? Y también: ¿qué TV pública es necesaria en la era de la abundancia digital?
Y también esta otra, que ya es mía: ¿Por qué todos los gobiernos de países como este siempre, siempre, siempre tratan de manejar la tele para manipularnos? No hay más que ver la composición del llamado Consejo de Administración: refleja perfectamente la composición del Parlamento.
Digo: quitémosles la tele y así el gobierno español puede dedicar a educación –por ejemplo– los 1.230 millones de euros anuales que pierde en ese pozo sin fondo (¡Demagogia!).
Todo lo demás no existe ni puede existir en España, aunque se llame, por ejemplo, "un proyecto de televisión pública de calidad; ciudadana y volcada con la sociedad" o, lo que es lo mismo, "una Corporación que pertenece a todos los españoles y que está al servicio de los intereses públicos de los espectadores y oyentes".
3 comentarios:
Y no sólo el Gobierno, Toni. ¡Todos los gobiernos! con esa miríada de televisiones autonómicas que son poco servicio público y mucho herramienta política.
La deuda de Televisión española llegó a los 7000 millones de euros en 2006. Se acordó entonces que se pagarían a plazos hasta 2010 a los bancos; esos siempre ganan. Es decir, que por la mala gestión de los políticos del PP y el PSOE, resulta que sólo la deuda histórica de TVE se comió el saldo positivo que tuvimos con la UE en 2006, 7000 millones de euros. Nadie ha asumido responsabilidades. Además del pago de la deuda, que pasó desapercibido, están las subvenciones anuales de 500 millones de euros a RTVE. Y eso sin contar con las autonómicas y las locales. Lo de Cataluña roza el esperpento: tenemos 4 redes de radio pública: RNE, Catalunya Ràdio, la COM (Diputación socialista) y Ràdio 4 (versión en catalán de RNE, pero con programación propia) Sólo veo sentido a la televisión pública como proveedora de información independiente como la NPR o la BBC, pero quitándole la mayoría del entretenimiento. No por odio a lo público, sino porque sencillamente no nos lo podemos permitir. La mitad del presupuesto de cultura de la Generalitat se dirige a subvenciones para TV3 y Catalunya Ràdio, 280 millones de euros...
Algo tiene que cambiar....
Gracias, caballeros. Es eso mismo. Sólo una situación social muy especial puede justificar ese dispendio público en rtv.
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