Audrey Spangenberg, dueña de FirePond, una pyme tejana dedicada al software, ha denunciado a Google por emplear su marca sin permiso para vender anuncios a sus competidores. El caso es sencillo. La buena de Audrey buscó su compañía en la ventanita y descubrió que aparecía primera en la lista. Pero sobre su marca se veían dos links patrocinados a sus competidores, que habían pagado a Google para aparecer en toda búsqueda acerca de FirePond.
Ustedes ya imaginan lo que sigue.
Si no es un comportamiento mafioso se parece bastante.
Google va por el camino de Microsoft, de Intel.
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