

La verdad es que llama bastante la atención, sí.
Para compensar, en un alarde de valentía y coraje rayano en la temeridad, el dictador norcoreano Kim-Jong-Il –que es a la diplomacia lo que el Hombre Del Saco para la infancia– recibe su merecido con un semáforo rojo (¡Otra vez!). Bien.
¡Adelante mis valientes! en Paper Papers 7/3/09
El País se premia a sí mismo en Paper Papers 22/4/09
1 comentario:
Muy bien La Vanguardia! Semáforo rojo al tirano coreano! Qué se habrá creído este dictadorzuelo de tres al cuarto. Suerte que La Vanguardia lo castiga con un semáforo rojo: seguro que la cúpula político-militar en Pyongyang se lo pensará dos veces después de leer el periódico.
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