Le lo recordaba TRL hace un par de días. Los periódicos que gastan dinerales en aire acondicionado para las centrales de cómputos (o como se llamen: donde están los servidores que alimentan el sistema editorial, los archivos y las agencias) y mezquinan el de la redacción, donde se mueren de calor los periodistas.
Pasa también en las demás áreas de todos los periódicos, en las que suele haber buen aire acondicionado o calefacción y también personal súperespecializado que cumple con unos requisitos imposibles. En la redacción, en cambio, entra cualquiera.
Bueno. Eso. Que debería ser al revés. No lo del aire acondicionado, que tiene que ser igual para todos, hasta para las computadoras. Sí lo del personal: no se puede hacer periodismo sin periodistas.
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