Era cuestión de tiempo que alguien se decidiera a cubrir el hueco que dejaron los dos diarios de la ciudad, el Free Press y el News, al reducir sus suscripciones a tres días por semana. Mark Stern asegura que tienen un público claro: lectores mayores que prefieren una copia impresa de su diario cada día en la puerta de casa.
Tiene una gracia perversa: la crisis del automóvil elevará considerablemente ese tipo de público en Detroit: jubilados 'jóvenes' con magníficas pensiones. Gente con plata acotumbrada al diario-diario.
Parece que saben de qué va: ellos ya editaron diarios alternativos durante las huelgas de prensa del 64 y del 67 en Detroit; del 78 en NY y la del 80 en Minneapolis. Son los diarios de la foto.
Gary Stern dice que tienen dinero para mantener la operación durante dos meses. En ese tiempo esperan entrar en punto muerto y/o convencer a nuevos inversores. ¿Será oportunismo? A ver.
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