Hugo Chávez hace lo mismo que las dictaduras militares que asolaron el continente en el siglo pasado. Pero ahora, con esta ley contra los delitos mediáticos, está retrocediendo a la época del Rey Sol.
Se me ocurren tres cosas y las digo:
1. Los gobiernos hegemónicos de América Latina confunden información con periodismo, igual que muchas empresas informativas. Para ellos los medios son un ojo sin cerebro, la verdad es decir todo (también las mentiras) y periodismo es informar al pueblo lo que el gobierno quiere.
2. Los pueblos gobernados por esos dictadores se dejan violar casi sin resistencia. Parecen narcotizados o dormidos. La pobreza y la ignorancia del pueblo es presupuesto básico para que haya dictaduras. Y la prensa tiene gran parte de la culpa.
3. Las nuevas tiranías americanas saben que lo único que puede oponerse a su proyecto hegemónico es la prensa independiente. Y no sé si las empresas de medios lo saben: por lo pronto muchas optan por pactar con el poder para subsistir. Allá ellos: no se los puede acusar de no ser heroicos. Pero viene un tiempo de periodismo con agallas y de prensa prócer, como la que fundó nuestras democracias.
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