- Apostar por el reporterismo, también en internet.
- Revisar primero, publicar después.
- Completar la información de última hora con contenidos más analíticos.
- Innovar en géneros y formatos.
- Romper con la brecha generacional en las redacciones.
- Si se integran redacciones, reforzar sobre todo la división digital.
- Entender la contribución de los lectores como complementaria.
- Elaborar libros de estilo para los cibermedios.
- Definir pautas deontológicas específicas para el periodismo en internet.
- Renovar el currículum formativo de los estudios de Periodismo en la Universidad.
Perdonen, pero aguanten: en el Antiguo Testamento, tal vez en el libro del Levítico, que lleva las prescripciones rituales, sociales, etc. que Dios da a Moisés en el Sinaí (bueno, es más complejo pero así está bien), se dice: No pondrás tropezones al ciego ni insultarás al sordo. ¿Hacía falta que Yavé se pusiera tan solemne con unas normas de urbanidad? Claro que sí. Si no, no sería Yavé. Ramón no es Dios ni e-periodistas el monte Sinaí, pero los periodistas sí somos duros de mollera como aquel pueblo judío. Es necesario insistir en todo eso. Hace falta decirlo más.
2 comentarios:
Sin todas esas pautas estamos perdidos. Es la verdad más verdadera.
Me parece que estos consejos sirven para cualquier redacción. Da igual si es de internet, papel, o audiovisual.
Cambien internet por lo que proceda en su caso.
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