El peor daño que podrían ocasionar agravios como el que sufrí es conseguir que el periodismo se embandere; que se interprete a sí mismo como una facción en guerra; que, atrapado en emociones agresivas, pierda el norte de su misión, que es superar los prejuicios para entender mejor y comunicar mejor.Retrata perfectamente lo que ocurre en España… al revés. Avanti, Pagni.
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