Mañana quiero otra comparando la pasta/plata que nos gastamos o se gastan en guerras
(misiones de paz incluidas), en vacunas extraordinarias contra gripes ordinarias, en derechos del fútbol y pay-per-view, en monarquías rancias, en subvenciones a los amigos, conocidos y saludados, en apuestas deportivo-benéficas. Etcétera. Por favor.
2 comentarios:
¡Qué descubrimiento! ¿Qué? ¿Los gobiernos mienten?
Y un baremo objetivo que demuestre la supuesta calidad de una película para que se justifique que, ante la ausencia de demanda del público de dicha película, los que la hacen deban vivir del erario del estado, que se arroga el supuesto «deber» de compensar el exceso de oferta «artística» pagándoles la diferencia, pero que no se arroga tal deber cuando la oferta la produce un carpintero o un alfarero, por muy bonitas que sean las mesas o las vasijas que estos producen (algunas desde luego más dignas de subvención pública que muchas películas).
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