
Los diarios tienen mucho que aprender de las revistas, pero el brillo del papel no es la razón principal por la que la gente las compra, ni la segunda, ni la tercera. Solo los anunciantes tienen una relación erótica con el papel couché. Por eso to attract advertisers es la verdadera razón del going glossy (está en el artículo de AP, mal titulado en The Huffington Post):
Besides making the Chronicle more pleasing to read, the magazine-style glossy paper could help the newspaper attract more advertisers looking to make their products shine.
De paso miren los resaltados rojos en la nota sobre el caso Jaycee Dugard en la portada de hoy del Chronicle (clic y amplía).
Gracias MRA* (el asterisco es para molestar)
1 comentario:
Pues a mí el glossy no me gusta; ni en la pantalla ni en la hoja...
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