Con la energía de un emprendedor, en 1993 rescató en el oeste bonaerense el viejo diario de Conrado Nagore (atención navarros). Consiguió darle una nueva impronta y, así, Actualidad volvió remozado a las calles.Al recordarlo hoy en ADEPA coincidíamos los presentes en que el éxito de su gestión se debió a la sangre que puso en rescatar el diario de Nagore, pero sobre todo a su condición de ganadero. Sí, de ganadero y no de periodista ni editor: no tenía ninguna de las taras que cargan quienes llevan lustros en la industria heredada de sus padres y abuelos.
Como Michael Faraday, a quien recuerda Marshall McLuhan cuando se refiere a los amateurs que descubren mundos impensados por los que tienen las categorías mentales organizadas para ver la realidad de un modo determinado. Quienes admiran los fenómenos con ojos diferentes son capaces de encontrar las soluciones que el profesional no ve ni por las tapas.
Hay que oxigenar la prensa con la audacia de los ingenuos y dejar de lado los consejos de los expertos, condicionados por los vericuetos de su cerebro prefabricado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario