1) Son más baratas. La mayoría de suscripciones son inferiores a $20/año.A uno todo esto le encaja con su imprescindible suscripción a The Economist. Es así: prefiero no beber leche ni comer pan a cancelar esa suscripción. Y también esos argumentos me traen este mal pensamiento: ¿será hora de recuperar los diarios vespertinos, en plan el PM de Ingersoll? No lo creo. Pero… ¿y si…? Calla, loco.
2) Muchas son mensuales. Las noticias diarias se accede fácilmente online y lo que inevitablemente pierdes puedes recuperarlo en la revista mensual.
3) Las revistas van mejor y se amplían; los diarios se vuelven peores y más reducidos.
4) Se leen de tarde/noche; los diarios deben leerse por la mañana, precisamente cuando tenemos menos tiempo.
5) El contenido de las revistas se disfruta durante largo tiempo, mientras que las noticias sólo son interesantes si son frescas –y es muy difícil hoy que un diario impreso mantenga la frescura [este último comentario lo agrega bdostrovsky].
miércoles, 3 de febrero de 2010
Las revistas sobrevivirán a los diarios
Erik Johnson argumenta en este comentario que las revistas (las de EEUU, al menos) sobrevivirán más tiempo que los diarios:
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1 comentario:
Pues yo siempre lo he pensado... el horario vespertino para las noticias, para lo que interesa leer, es cuando podemos tener más tiempo libre. De hecho muy a menudo leo el periódico del día a última hora de la noche... si lo compro, y no lo hago diariamente. Me inclino rotundamente ante lo que expone esta entrada... las revistas sobrevivirán. Posiblemente tengan mejor futuro. Para lo inmediato, para la noticia, está internet y la radio. Al menos en mi caso. Luego, para reportajes amplios, las revistas. Y me gusta conservar algunas de ellas.
Saludos.
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