A ojo de buen cubero, uno calcula que Estado y Folha de S. Paulo deben editar unos dos wrap-ups mensuales, por citar uno entre diez casos latinoamericanos. Por estos pagos, Libé lo ha hecho en diversas ocasiones –una de ellas, preciosa, con una falsa cubierta de Chanel en papel translúcido (lo tengo pero no sé en qué montón lo puse y me da pereza buscarlo ahora. Perdón). Y etcétera.
¿Saben qué pasa? Al menos dos cosas: que lo de LA Times ha salido en el NY Times (¡Tenemos Que Darlo!) y que los periodistas tenemos mala memoria, uno de los eufemismos de pereza que más me gustan.
Además, esta gente de LA Times… No hace ni un año organizaron un dieciochodejulio porque les parecía que un aviso de la NBC en portada/tapa se parecía demasiado al diario (¡Léalo antes en PaperPapers!). Y eso que estaba bien identificado con el rótulo Advertisement. Y ahora, por lo del viernes, nada. ¿Quién los entiende?
En fin. El papel de Javier se lo dejo acá puesto para que, al menos, documenten la discusión y no llamen novedad a esta antigualla.
1 comentario:
Si el problema no es que sea nuevo o no. Aquí el Qué! lo hace sin parar. El asunto es que se trata de Los Angeles Times, un diario en teoría serio y que no había subordinado de esta manera la información a la publicidad. La búsqueda de recursos por parte de unos diarios en crisis está forzando soluciones, que seguro que a muchos les parecen divertidas e imaginativas, pero que a mí, como periodista, me dan pena. Un ejemplo son los acuerdos comerciales que incluyen coberturas informativas sin un "advertisement" aclaratorio.
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