La metáfora es pésima, pero mucho peor el consejo. Marc Andreesen propone el método de Hernán Cortés cuando en Veracruz impidió por la fuerza que sus hombres abandonaran la conquista de México y volvieran a Cuba.
Eso de quemar las naves* es una leyenda que refleja muy bien el espíritu español de aquella época pero muy mal las economías modernas y la libertad en la que vivimos (queremos vivir) los habitantes del planeta y, por supuesto, el periodismo. Hoy gente como Cortés o Andreesen están más cómodos con estrategias al estilo Guantánamo: obligar a la gente por la fuerza a hacer lo que ellos quieren. Una lástima. Ojalá no se enteren los aprendices de déspota que hoy gobiernan algunos países del continente.
*Cortés nunca quemó ninguna nave. Las barrenó con la intención de usarlas después o aprovechar su material para la conquista o para armar nuevas naves para volver a Cuba o a la Península.
No hay comentarios:
Publicar un comentario