Claro, Michael se ganó cantidad de adversarios malos de tener, como Felix Salmon, Michael Wolff y otros a los que pisó la historia. Ayer se ganó otro mucho peor: un profe de NYU que nunca pregunta, tira siempre a matar y jamás hace prisioneros. Si tiene la verdad, si es la verdad… ¿para qué molestarse con los mortales? Es una pena porque listo es. Mucho.
Eso. Que Hirschorn escribió ayer en el Intelligencer de la revista New York una pieza valiosa, Don't Cry for CNN, donde explica que la CNN se muere y de qué. Ahí cita a nuestro profe, que en un reciente post propone toda una nueva parrilla de programas para el prime-time de la CNN. Hirschorn dice, con razón, que es más fácil pontificar que ejecutar.
Ah, nuestro profe no tolera esas profanidades. En su estilo amigos para siempre, escribe un comentario incendiario donde, de saque, le llama gilipollas/pelotudo por no enlazarle. Y empieza la batallita via Twitter, que les dejo acá abajo fase por fase.
Ustedes dirán que soy un freak. Puede ser. Pero convengamos: peor es andar insultando a los que piensan de otro modo o sentir que deben pedirte permiso para existir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario