...toda esta guerra mediática contra El Telégrafo no es otra cosa que el síntoma aterrador de un nerviosismo por la llegada de dos competidores que el pueblo espera: El Telégrafo con el mismo concepto, pero con primicias e informaciones de actualidad y un Diario Popular que retrate a la mayoría, respetando la dignidad del ser humano.No se puede creer que un texto tan corto tenga tantas contradicciones:
1. Explican que cada vez se venden menos diarios y después dicen que están por sacar un diario y relanzar otro. Confiesan una estafa al estado: peculado, con perdón de la palabra ¿Lo sabe Rafael Correa?
2. Confiesan que El Telégrafo no tenía ni primicias ni actualidad ¿Qué estuvieron haciendo hasta ahora?
3. Cuando saquen el popular y no vendan ejemplares será porque no representan a la mayoría ni respetan la dignidad humana...
Es patético, pero eso no es todo: quienes redactaron este editorial y están al frente del proyecto son los mismos que hicieron el Extra, diario de sangre y sexo, que respeta como ninguno la dignidad de las personas... ¡No me hagan reír!
Lo que no explican es cómo se hace un popular de sangre y sexo para la mesa del poder y para contrarrestar las noticias molestas de la prensa independiente ¿No será otro negocio descomunal de la PPP (prensa proveedora del poder)? De un poder cada día más necesitado de prensa adicta para balancear sus intentos cada día más obscenos de sojuzgar a los ciudadanos y para ocultar sus niveles cada día más altos de corrupción.
El único síntoma que noto en la prensa independiente es la ansiedad. Se le hace agua la boca y se le afilan los colmillos de perros guardianes con estas declaraciones maravillosas.
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