Es de lo más difícil para conseguir: un gerente de periódico que entienda el negocio del periodismo. Ahora insisto en que los responsables de El Telégrafo de Guayaquil están aprendiendo por las bravas el oficio. Lean estos fragmentos de la entrevista emitida por Ecuador TV (canal de estado) a los actuales responsables del diario. Transcribo frases de Máximo García, Director Encargado (un funcionario del estado) y Nancy Bravo, integrante del directorio:
El 95% del tiraje de 40 mil ejemplares se regala.
La Gerencia de Ventas no cobraba las facturas y se regalaba hasta la publicidad.
Con tanta irregularidad que se cometió se dañó la marca El Telégrafo.
Se decía que es el periódico que se regala y que nadie lee.
Se desperdiciaron recursos haciendo un proyecto que la mayoría no entendía.
Estaba bien en el área de opinión, pero que esas páginas no son el todo del periódico.
Se había convertido en un diario temático, se podían encontrar temas repetidos y hasta con títulos iguales.
Había ocho tipos de portada y era una camisa de fuerza.
Había monotonía, todas las páginas tenían el mismo diseño.
No había creatividad.
Al final van a descubrir que el diario debe controlar al poder y que es mejor que no sea del estado.
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